“Con la frente marchita”, una de las canciones de culto (aunque poco conocida) de Sabina en la que describe aquellos años en los que en Madrid se hablaba con acento argentino
Recuerdo aquella época que canta, como nadie, Joaquín Sabina en “Con la frente marchita”. Aquella época en la que en Madrid se hablaba con acento argentino. Era finales de los años 70 del siglo pasado. En Argentina se había producido un Golpe de Estado y muchos argentinos emigraron a España.
Yo estaba en RNE y allí también llegaron. Por lo general, eran buena gente, salvo excepciones, pero muy presumida… Los periodistas eran los mejores, los artistas eran los mejores y no digamos los psicólogos… Estos, incluso, habían inventado la psicología…
Tuve gran relación con algunos. Reconozco que me enseñaron cosas. Unos, me enseñaron a amar a Argentina. Otros, los de Buenos Aires, casi a odiarla por lo castigo que eran. Algunos otros, incluso, me asombraron…
Recuerdo una pareja que cantaba en los bajos de una cafetería (en aquel tiempo, aquella gente se buscaba la vida como fuese y donde fuese) que, en un momento de su actuación, hizo algo que me maravilló…
-Y ahora vamos a tocar el bolero con el que nos enamoramos…, dijo él…
-Eso es, con ustedes, “Perfidia”, dijo ella…
-¿Cómo “Perfidia”? Nos enamoramos escuchando “El Reloj”, replicó él…
-No, no, fue “Perfidia”, insistió ella…
-Pues yo cantaré “El Reloj”, dijo él…
-Pues yo cantaré “Perfidia”, dijo ella…
E, increíblemente, cada uno cantó su canción al mismo tiempo, mientras sonaba el mismo acompañamiento de guitarra… Lo recuerdo ahora porque no había visto nada igual en mi vida…
Después, llegaron los 80, Argentina recuperó la democracia y la mayoría de los argentinos volvieron a su tierra… Nunca conocí a nadie que amase más a su patria y quisiese volver a ella… Y entonces, les perdí la pista…
Y de aquella época, el gran Joaquín Sabina creó esta canción de culto… De lo mejor que ha hecho aunque no sea de sus temas más populares. Está llena de simbolismos y tiene una producción y unos arreglos maravillosos…
Desde que la descubrí, años más tarde, forma parte de mi playlist…
El Capitán Possuelo