“Nuevo Día”, el primer gran éxito de Lole y Manuel. Un tema que rompía los esquemas del flamenco y lo hacía evolucionar hacia un terreno que olía a flores hippies en el pelo
Andaba yo, a finales de los años 70, buscando música distinta en la discoteca de RNE (en aquellas fichas de cartón ordenadas en cajones de madera por géneros y por interpretes) para el programa ‘Estudio 15-17’, que dirigía Alfonso Eduardo Pérez Orozco, cuando un compañero me dijo:
“¿Has oído a Lole y Manuel?
No, le contesté…
Pues pide uno de sus temas y escúchalo…”
Y busqué a Lole y Manuel. En aquel momento solo había un disco LP titulado “Nuevo Día” en el que estaban, además del tema que daba nombre al álbum, canciones como “Bulerías de la luna”, “Sangre gitana y mora”, “Un cuento para mi niño”, “El río de mi Sevilla” o “Todo es de color”…
Lo pedí y me fui a escucharlo…
Cuando pinché “Nuevo Día” descubrí una música nueva. Así de fácil. Aquello era un soplo de aire fresco en medio de un flamenco que agonizaba…
“La luz vence tinieblas por campiñas lejanas, el aire huele a pan nuevo, el pueblo se despereza, ha llegado la mañana…”
El aire huele a pan nuevo…
Y yo, que soy de pueblo y he trabajado en el campo, aquello me traía un amanecer que yo siempre recordaba…
¿De dónde había salido aquella gente?
Allí estaba una voz increíble de Lole (Dolores Montoya) y unos versos compuestos por Manuel (Manuel Molina) que, además, hacía sonar la guitarra flamenca de una manera distinta…
“Está claro que yo no toco la guitarra como lo hace mi padre, ni Lole canta como lo hace su madre. Nuestros padres no oyeron a Janis Joplin ni a Jimi Hendrix, tampoco escucharon la música de los Beatles. Nuestro cambio está, sobre todo, en el ritmo… hemos renovado nuestra propia música, hemos intentado descubrirnos a nosotros mismos”, dijo una vez Manuel.
(Manuel Molina había sido miembro del mítico grupo de rock “Smash”, al que pertenecieron grandes músicos andaluces…)
El disco “Nuevo Día” había sido producido por Ricardo Pachón y en él colaboraron músicos como Manolo Garrrido, Manolo Rosa, Pepe Marrufo y Carlos Cárcamo del grupo “Granada” y se había grabado en 1975…
La versión que traigo es muy posterior. Está grabada en el Concierto que dieron Lole y Manuel en el Teatro Monumental de Madrid en 1995.
Pero es especial porque la orquesta estuvo dirigida por el gran José Miguel Évora…
Y, desde entonces, la música de este dúo me ha acompañado a lo largo de mi vida…
El Capitán Possuelo