Lágrimas de cocodrilo, también en Barcelona, tras un lamentable espectáculo que incumplía todas la leyes
El inenarrable espectáculo acaecido este domingo, 1 de Octubre, en Barcelona, en recuerdo, digo yo, de la insurrección del 34 contra el gobierno legítimo de la República nos retorna a los episodios más sórdidos de nuestra historia de EXPAÑA, para alegría y jolgorio de los países protestantes y todos los que no llegaron, ni llegarán nunca, a haber tenido un Imperio, envidia que sobrellevaremos siempre.
Poco se podía esperar de unos Mozos de Escuadra, tras la amarga y desafortunada experiencia en los recientes atentados de Barcelona y Cambrils. Recibieron un premio aún no sé muy bien por qué – los que lo dieron, imagino que sabrán – y, no quiero pensar que hubiesen dicho todos los defensores del nuevo “tejerazo” que está acaeciendo en Cataluña, si hubiese sido la Policía Nacional o la Guardia Civil, los que acabasen con la vida, particularmente, del asesino de las Ramblas del modo y manera que ocurrió…por otra parte, único responsable de lo allí acontecido, aunque si hubiesen escuchado a su señoría en Alcanar con la explosiones, eso sí, fortuitas y evitasen el postureo ¿verdad “jefe” de los Mozos de Escuadra?, posiblemente otra historia hubiese sido posible contar. Incluida la de las víctimas catalanas y españolas en el colmo de la miseria.
El lamentable espectáculo de los que tienen que defender la legalidad, ante supuestos de proporcionalidad, con complacencia y pasividad, me hace preguntar qué pasará el día en que trescientas o cuatrocientas personas irrumpan en un Centro Cial a llevárselo todo… utilizando esos mismos parámetros de legalidad : ¿actuarán en base al riesgo y la proporcionalidad, o permitirán el saqueo? Y, obviando su deber, observarán “proporcionalmente”, debería hacerles pensar a los ciudadanos que dicen servir, el futuro que les espera en una “democracia” con reglas ad hoc, para cada ocasión, pero siempre coincidentes en defensa del que manda.
La utilización infantil, como escudos, tantas veces visualizada en Oriente Próximo, como símbolo, digo yo, de respeto a la infancia y, la posibilidad de poder votar cuántas veces se quisiera, fijando la edad desde los dieciséis años – yo hubiese empezado a los 10, es una cifra redonda y una edad…¿madura? – muestran que cuando se quieren pervertir las reglas del juego y se tienen de mano los medios de comunicación, la educación y las fuerzas del orden…, con la obligada necesidad de un gobierno central como el de Rajoy, todo vale. Buen ejemplo para Maduro y similares, aunque la palma se la llevan nuestros amigos cubanos. Ya van a por los sesenta años y solo un partido. ¡Esa sí que es democracia y ejemplo de socialismo…! ¿o era comunismo?
Pero, realmente, a mí me dejó impactado lo de Piqué, esas lágrimas de un chico bien, que tuvo que irse a Inglaterra para valorar y añorar más el seny, que retornó florido, que en un ejemplo de multiculturalidad se unió con Shakira y que, pobre él, quedó impactado por la brutalidad de la Policía, ellos que todo lo hacen desde el respeto y el diálogo.
Como no oí su voz cuando los pacifistas, en los que él se ve representado, golpearon salvajemente a las dos chicas del stand de la selección española; como tampoco escuché su declamación cuando la bala percutida al Sr. Rivera; como nadie le escuchó ni un breve murmullo, ante los insultos a Boadella, o ante las multas por rotular en castellano…, muestras sin duda de comprensión, diálogo y…¿equidistancia?. Imagino que su sentido de la proporcionalidad, respeto y democracia se dirigen en la dirección que quiere ver y las opciones que defiende, no en base a leyes que nos hacen a todos los ciudadanos libres e iguales, aunque vista su experiencia con los Municipales de Barcelona (si, ya sé que allí les llaman Guardia Urbana…) cada vez que le pillaban y su respeto hacia ellos (¡ponerle una multa a Piqué, el gran timonel del Barça y de “la nueva república”!) nos da una idea de su talante y seny…
No seré yo quien te dé el pañuelo para enjugar esas lágrimas partidistas, pero si el que te recuerde que cuando apuntas con el dedo, tres te señalan a ti y…a los tuyos.
A. Nogueiro
Muy buen artículo Alfonso. Te felicito.