Ángel Garrido gana poder en Pozuelo colocando a Enrique Ruiz, acojonando a Félix Alba y, de paso, cargándose a Paloma Adrados y a Susana P. Quislant. Pozuelo es lo de menos.
Ya tenemos candidatos. Ayer, a las siete de la tarde y como estaba previsto, se presentaron los avales y las candidaturas a la presidencia de la Agrupación del PP de Pozuelo. Dos. Sólo dos candidaturas. La de Yolanda Estrada y la de Enrique Ruiz. Félix Alba se quedó fuera. Félix siempre se queda fuera. Es su destino. Cuando abandone la política, si es que lo hace, será considerado el “Raymond Poulidor” político de Pozuelo. Siempre segundo. Como aquel ciclista francés en tiempos del gran Anquetil.
Pero hasta llegar a esas siete en punto de la tarde, en todos los relojes, pasaron muchas cosas.
Trabajar en el Ayuntamiento de Pozuelo, por ejemplo, se trabajó poco. Todo fueron cábalas y conspiración. Es lo que tocaba aunque la cosa, de verdad, se cocinaba en la planta primera de la calle Génova 13. En Madrid. Siempre Madrid. Le pasa a todos los partidos pozueleros. Madrid es lo importante. Todos miran al suroeste. La mayoría de las veces con temor.
Pero vayamos por partes como diría Jack el Destripador.
El día partía con la candidatura segura de Yolanda Estrada, que “des-pa-ci-to” ha ido consiguiendo avales y compromisos y ahí está. Como la Puerta de Alcalá.
Partía también con la candidatura de Enrique Ruiz que, a priori y según todas las informaciones, iba de la mano de Susana Pérez Quislant. La alcaldesa era su gran protectora.
Y, por otra parte, partía con las dudas de siempre de Félix Alba. Alba tenía los avales y la candidatura hecha pero su cabeza seguía con dudas. Incluso, se sentía tan mal (o eso decían) que no descartaba el abandono de la política… Pero, de pronto, apareció la conjura…
¿Y tú de quien eres..? (Qué buen tema era aquel de “No me pises que llevo chanclas”)
La conjura duró hasta que llegó Ángel Garrido y, como Fidel en la canción de Carlitos Puebla y Los Tradicionales, mandó parar. Pies quietos. Y todo el mundo paró. Puff, qué miedo.
A Yolanda le daba igual porque va por libre pero se mostró expectante. Enrique paró pero se mostró tranquilo, Garrido es su jefe y sabía que le apoyaría. Tenía que apoyarle porque los números no le salían. Félix Alba se ‘acagazó’, como dicen en Extremadura. Génova siempre le acobarda. Susana Pérez Quislant se puso en guardia y Adrados no entendía nada.
A ver, dijo Garrido, solo quiero dos candidatos, dos. El mío y otro. El mío es Enrique, como bien sabéis.
A Yolanda le seguía dando igual pero Félix se riló y Susana se sorprendió. ¿Cómo suyo? Es mi candidato. Yo lo puse ahí. Adrados, por su parte, se quedó sin habla. Yo había dicho NO a Enrique.
Pero los dados ya volaban sobre la mesa. Ángel Garrido, aprovechando que Taboada estaba fuera de juego preparando su comparecencia de hoy en la Asamblea y Paloma Adrados se había auto-desautorizado en Pozuelo porque se ha hinchado de poner a parir a esta ciudad, había decidido. Yo soy el que parte el bacalao en el PP Regional…
A Yolanda le seguía dando igual. Ella no dependía de nadie y, como Garrido lo sabía, pasó de ella. Pero, como sabía también que, si se presentaba Félix a la elección, Enrique lo pasaría mal, se fue directo a por Alba. Y Alba encantado. Menudo marrón se quitaba de encima. Yo, yo me retiro, Ángel…
Pero Félix, en el último instante y viendo que Pablo Gil se quedaba más abandonado que los zapatos viejos de Sabina, puso una condición: Yo me retiro y os paso mis avales. Lo hago por el partido. Y por Pozuelo. (Siempre dice lo mismo) Sólo pongo una condición, que Enrique acoja en su candidatura a Pablo Gil. De número dos. De Secretario de la Agrupación.
Garrido dijo, vale. Y cerraron el acuerdo. Y Enrique se encontró, sin comerlo ni beberlo, con los avales de Susana Pérez Quislant y los de Félix Alba. La mayoría de ellos de afiliados a sueldo del Ayuntamiento de Pozuelo o con promesas de tener sueldo, pero firmas válidas a fin de cuenta. Eso sí, forasteros. Muchos forasteros.
Me cuentan que la lista de Enrique Ruiz es multicultural, políticamente hablando. Algo así como el barrio de Lavapies de Madrid. Hay avales con orígenes de lo más diverso. Lo mismo hay alguno hasta de ese barrio. Que sean de Pozuelo es lo de menos…
Y aquí podría decir colorín-colorado porque su resultado final ya es sabido, pero no… Este acuerdo ha dejado muchos frentes abiertos y a Pozuelo con los pantalones bajados… Gana Garrido, pierde Pozuelo.
No parece que vaya a haber mucha renovación del PP en esta villa…
Pero no solo eso. Deja viva a Susana que clama venganza. Le han hecho un 13-14 y anda llorando por los rincones. Se considera engañada pero, ay amigo, todavía maneja presupuesto y poder y no me extrañaría que empezase a pasar a cuchillo a los traidores.
Deja viva a Paloma Adrados que, además del desaire que le han hecho colocando al candidato que no quería de ninguna manera, se siente traicionada por Félix Alba y Pablo Gil. Ay, Pablo… ¿Qué va a ser de ti lejos de casa? Félix, a fin de cuentas, se irá. Más pronto que tarde. Pero tú eres joven y ya veremos donde queda la promesa de la Secretaría… Además, ahí no pagan.
Y deja, por último, a un PP de Pozuelo dividido. Porque lo que ha ocurrido no fue lo que dijo Taboada (que es a quién le correspondía la operación Pozuelo) en el último Comité Ejecutivo celebrado en la sede de la Vía Dos Castilla: Se buscará un candidato de consenso…
Pero Enrique Ruiz no es un candidato de consenso. Más bien todo lo contrario.
¿Y los concejales del Gobierno? ¿Cómo quedan los concejales del Gobierno? mmmmm
Bueno, de concejales ya hablaré más adelante…
El Capitán Possuelo
Que pena de PP, no puede caer más bajo.
Un candidato que fundó un partido con su padre porque en el PP no les daban bola.
El Pade!!!
Que algún funcionario -ya fallecido- con posibles y con contratas alrededor les financió.
Y que algún vecino metido a periodista les apoyo y hoy ni le hablan.
Un traidor, desagradecido.
En el PP Podían leer la historia, “Roma no pagaba a traidores”, en Génova “son bienvenidos” y en Pozuelo “readmitidos”
Muchas gracias por su participación. Saludos