El golpe de calor es una gravísima lesión y requiere atención inmediata, ya que su desenlace puede llegar a ser mortal o dejar graves secuelas físicas. Un artículo del doctor Juan José Granizo
Yo era un joven estudiante de 3º de Medicina y el paciente que estaba frente a mí tenía la misma edad que yo. Le quedaban minutos de vida. La causa de su muerte fue un golpe de calor. Una absurda combinación de calor, ejercicio y alcohol le llevó a la tumba.
Cada vez que regreso del trabajo a las 4 de la tarde y veo gente haciendo deporte a pleno sol del verano, la imagen de aquel chaval vuelve a mi memoria.
Si aceptamos que el golpe de calor es un trastorno ocasionado por el exceso de temperatura del cuerpo, tenemos que diferenciar bien que hay dos causas: una es consecuencia de un intenso ejercicio físico a altas temperaturas y la otra es la exposición prolongada a altas temperaturas, incluso sin necesidad de ejercicio.
El golpe de calor por ejercicio intenso es propio de jóvenes sanos, mientras que los ancianos que soportan ambientes calurosos, pueden padecer un golpe de calor sin hacer absolutamente nada de ejercicio.
Algunos factores predisponen a un golpe de calor como pueden ser la fiebre, padecer enfermedades endocrinológicas (como el hipertiroidismo), el consumo de drogas (especialmente alcohol, cocaína y anfetaminas) o aquellas enfermedades o medicamentos que reducen la capacidad de sudar.
El golpe de calor que se sufre por una intensa actividad física es un cuadro muy grave, con serias alteraciones del organismo, entre las que se incluyen fallos metabólicos, destrucción de la masa muscular, fracaso renal y coagulación intravascular.
El golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y es una urgencia médica que requiere atención inmediata y eficaz, ya que su desenlace puede ser mortal o dejar graves secuelas físicas.
El síntoma principal de esta afección es la subida de la temperatura corporal por encima de los 40º C. El organismo humano no puede seguir funcionando sobre 44 ºC, de manera que si la temperatura corporal llega a ese nivel, la muerte es casi segura.
Con esa temperatura tan elevada nuestro cerebro deja de funcionar correctamente por lo que es frecuente que los pacientes estén confusos, irritables o hablen torpemente. En estados más avanzados, es habitual que sufran delirios, convulsiones y lleguen a un estado de coma, con bajo nivel de conciencia.
En el golpe de calor por deporte la piel puede estar húmeda y sudorosa, pero en ancianos que soportan altas temperaturas y que no han hecho ejercicio, la piel está roja, caliente y de manera característica, completamente seca.
Otros signos son taquicardia, aumento de la frecuencia respiratoria y vómitos.
El tratamiento del golpe de calor debe ser inmediato. Las recomendaciones son simples: llamar a las emergencias sanitarias (112), poner al paciente en un lugar fresco a la sombra, quitarle la ropa para facilitar su refrigeración y enfriarle de la mejor manera posible: paños de agua fría o sumergiéndole en una bañera con agua. El método más eficaz es pulverizar agua sobre la piel ventilando al paciente con aire a temperatura ambiente.
Aunque pueda parecer mejor sumergir al paciente en agua helada, esto ha demostrado ser peligroso: cuando se aplica demasiado frio se produce la vasoconstricción de la piel, lo de reduce el circulación de sangre caliente del interior del cuerpo hacia afuera, que es la única manera de refrigerar los órganos internos.
Menos grave pero más frecuente que el golpe de calor es el agotamiento o estrés por calor. En general, su tratamiento es más fácil, pero la pérdida de sales por la sudoración puede causar calambres muy molestos y requerir ingreso para recibir tratamiento con suero intravenoso.
El golpe de calor es una lesión potencialmente mortal, pero fácilmente evitable:
Lo prudente es huir de la calor y no hacer ejercicio intenso en las horas centrales del día, y menos aún a pleno sol… y lo digo porque lo veo a diario cuando paso por la Avenida de Juan Antonio Samaranch…
Ejercicio, calor y alcohol son malos compañeros. Otras drogas estimulantes como las anfetaminas pueden tener efectos peores.
Beba agua, aunque la sudoración intensa requiere del aporte de una cierta cantidad de sales. Algunas bebidas adaptadas tienen un aporte de sales y azúcar bastante útiles para reponer el equilibrio corporal.
Pero sobre todo, tenga sentido común haciendo ejercicio los días calurosos, porque lo que les he contado ya se lo sabían nuestros abuelos.
Juan J. Granizo, especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública