El parque infantil de la calle Tabarca es el paradigma de una legislatura para olvidar en la que la soberbia de Quislant y Oria han convertido al Gobierno de Pozuelo en un despropósito continuo
A primeros de 2017 denuncié en esta misma columna la obsesión que tenía la alcaldesa Quislant por construir parques infantiles en cualquier rincón de Pozuelo, hiciese falta o no hiciese falta y que aquella tontada sin cabeza empezaba a sublevar a los vecinos.
Recuerdo que hicieron uno junto a La Fuentecilla que cabreó bastante al vecindario y ya lanzada y con la asesoría de Eduardo Oria, a quien Pozuelo le importa lo mismo que al Obispo de la Seo de Urgell se lanzó a por otro en el barrio de La Fuente de la Salud. En la calle Isla de Tabarca, junto a las calles Islas Baleares, Islas Cíes e Islas Canarias.
Los vecinos habían pedido solo el saneamiento de la zona verde para que tuviera árboles y no hierbajos… Por las garrapatas que pillaban los perros.
Pero la alcaldesa se pasó de lista, como casi siempre, y se puso a construir un disparate de parque con zonas ajardinadas y de juegos. Algo absurdo porque los vecinos de la zona tienen jardín privado y el de la Fuente de la Salud a un minuto. Y además, no hay niños ya que el más joven debe pasar de los 50 años. Pero eso daba igual. “Sostenella y no enmendalla”. La soberbia de este Gobierno es supina.
Pero qué ha pasado para que una vez hecho el parque, ahora lo quiten. Me cuentan que, en principio, escribieron a la alcaldesa protestando y proponiendo otras soluciones.
Y a ese escrito primigenio han seguido reuniones. Reuniones duras. Alguna con bronca incluida entre la alcaldesa y algún vecino. Esta señora tiene ese don. A ella le va la marcha y le va la guerra, quedando ella siempre encima, claro… La cosa fue tan dura que se llegó a detener el hormigonado de la propia calle Isla de Tabarca.
Algo que se tragó de malagana el genio de Eduardo Oria que aseguró que “al 99% el proyecto no se modificaría”. Ay, Oria, en cuántos líos te has metido…
Cómo serían las broncas que incluso hubo amenazas de acabar con el tema en los tribunales con la palabra prevaricación encima de la mesa y la suspensión de las obras por motivos de interés público. El gasto estaba disparado para nada.
Pero dio igual. El parque se hizo y se inauguró. Pero eso, como todos los abusos de este Gobierno, tuvo un coste.
El Gobierno de Pozuelo ha entrado en tantas guerras y ha molestado a tantos barrios que las encuestas empiezan a dar resultados tremendos para el Partido Popular… Y, junto a esas encuestas, han empezado a llegar órdenes concretas de arreglar las cosas en lo posible. Ordenes de Madrid, por supuesto.
Y, por eso, ante la sorpresa de muchos, el Gobierno de Pozuelo ha decidido, finalmente, retirar el mobiliario urbano de ese parque inaugurado hace seis meses en la Calle Isla de Tabarca. Vamos que se la han envainado.
Y lo harán en más barbaridades de las hechas durante estos tres años…
Este parque infantil, en cualquier caso, es el paradigma de una legislatura para olvidar.
Seguiremos informando…
La Piraña del Meaques