El Real Madrid no está en la liga ni se le espera. Juega distraído por torneos menores y eso en una competición tan exigente como la española se paga con la “muerte”
En septiembre pasado me preguntaba, en esta misma columna, por la crisis del Real Madrid de la que, entonces, se hablaba en los medios y que estaba motivada por el discreto comienzo de Liga del equipo merengue, que iba perdiendo puntos en donde se suponía que los debería ganar.
Mi argumento era que el Madrid venía de ganar las supercopas de Europa y de España, ésta última precisamente contra el Barcelona. Decía yo, y perdonen que me auto-cite, que hay competiciones que sólo sirven para hacer caja pero que tienen el hándicap de que los jugadores hacen un esfuerzo añadido que, a la larga, puede pasarles factura. Ha pasado otras veces con distintos equipos de futbol. Le pasaba entonces al Madrid.
Hace tres meses yo mantenía la teoría de que el Madrid no estaba en crisis, que era un problema de cansancio. Con su buena plantilla de jugadores bastaba con recuperar el tono dejando hacer a su entrenador.
Pero los hechos me hacen cambiar lo que pensaba entonces. Hace un año, a estas alturas de la competición el Real Madrid era líder, había ganado al Atleti en el Calderón y empatado con el Barcelona en el Nou Camp.
La situación ha cambiado como de la noche al día porque ahora tienen 14 puntos menos que el Barça, que les ganó en el Bernabéu la última jornada, y a 5 puntos del Atleti que, actualmente, es el segundo clarificado en la llamada “liga de las estrellas”.
¿A qué se debe esta situación? Sin duda a los torneos veraniegos y a ese mundialito absurdo que la FIFA se empeña en llamar Mundial y que descentra a los jugadores y solo les aumenta el cansancio.
En definitiva, a pesar del dicho de que la Liga es larga, ahora sí veo motivos -sobre todo desde el 0 a 3 que le endosó el Barça la última jornada-, para que la cosa no le funcione. El Madrid vive como distraído. Y como tal juega.
Creo que se ha empeñado a hacer campeón de Liga al Barça. Eso sí… por motivos extradeportivos.
José Antonio Rosa