El Gobierno convirtió la Comisión de Vigilancia de la Contratación del martes pasado en un esperpento político, indigno de Pozuelo de Alarcón, y la Oposición debería tragar menos y denunciar más
Desde hace tiempo, incluso desde antes de esta legislatura, vengo diciendo que hay una serie de Comisiones Municipales que no sirven para nada. Para nada. Y menos aún al no ser siquiera televisadas o su grabación almacenada en un archivo de fácil acceso para que los contribuyentes puedan ver su desarrollo y poner en vergüenza a sus políticos asalariados que intervienen en ellas.
Es más, he dicho muchas veces más que las Comisiones, tal y como están montadas en el Ayuntamiento de Pozuelo, son siempre a beneficio del Gobierno y no merece la pena, a veces, ni intervenir en ellas. En esta villa, la mayoría absoluta es obscena rayando en lo pornográfico y el Gobierno la usa sin pudor. “Porque hemos ganado unas elecciones, dicen. Y tú, no”. Como si ganar unas elecciones restableciese el derecho de pernada político. “Y te aguantas”.
Y el propio Gobierno de Pozuelo lo sabe. De hecho, para cubrir las apariencias de este abuso, trata a diario de engañar a la Oposición para que no proteste demasiado. Lo dije cuando le “dieron” a Ciudadanos la presidencia de la Comisión de Vigilancia de la Contratación y eligieron para ello a Adolfo Moreno. Lo engañaron como a un chino. Es un cargo inútil que ni siquiera sirve para llevarlo en la tarjeta de visita por largo.
Esa Comisión de nombre tan rimbombante, insisto, no sirve para nada. Se reúne, creo recordar, cada seis meses y la convocan con el mínimo tiempo que exige la ley y puede llegar a ser sangrante cuando le dicen a la Oposición: Ahí están todos los contratos que hemos hecho estos seis meses para que los estudien y los aprueben. Una broma de mal gusto porque los contratos son ciento y la madre y es materialmente imposible leerlos siquiera. Mucho menos estudiarlos. Eso, contando con que la Oposición no tiene expertos en el tema. Un escarnio.
Pero vayamos por partes, como decía Jack el Destripador, porque el martes pasado hubo Comisión de Vigilancia de la Contratación y todo, en el Ayuntamiento de Pozuelo, se convirtió en un esperpento indigno de la política de esta villa.
Como decía, el martes pasado hubo Comisión de Vigilancia de la Contratación. Una de las dos del año y había que repasar cientos de contratos en una mañana. Una locura. De hecho la Comisión empezó a las 9 de la mañana y terminó a las 3 de la tarde. Para nada. Para entretener a la Oposición. Es imposible ver los presuntos abusos que podría haber cometido el Gobierno.
Pero ese dislate no era nada. Esa misma mañana, este Gobierno políticamente amoral convocó también otras tres comisiones. En total, cuatro comisiones en una mañana. Un abuso político denunciable a todas luces. Pero la Oposición tragó.
Junto a la Comisión de Vigilancia de la Contratación a las 9 se convocó la de Sugerencia y Reclamaciones a las 11, la de Normas y Reglamentos a las 11’30 y la de Urbanismo a 1’30. Insisto, no se puede ser más antidemocrático que este Gobierno.
Lógicamente, y teniendo en cuenta que los concejales de la Oposición no tienen dedicación exclusiva, era imposible de todas luces atenderlas a todas. Y lo peor es que estoy convencido de que al final del “Pasillo del Infierno” se vanagloriaron de tan impresentable acción política. Machacaban a los representantes de casi la mitad de los vecinos de Pozuelo pero ellos, como tenían mayoría absoluta, se pavoneaban de lo realizado.
¿Qué pasó? Nada. Como la Comisión de Vigilancia de la Contratación, la Oposición la considera fundamental (pobres tontos, dicho sea sin ánimo de ofender), una de las comisiones convocadas no se celebró, otra se resolvió en unos minutos y la última, creo, se celebró a prisa y corriendo gracias a un receso de media hora en la de Vigilancia de la Contratación. Da igual cuales fueron. Una vergüenza. Vaya gol que le metieron al nuevo líder de la Oposición.
Pero, insisto, la Oposición tragó. En lugar de negarse a sostener ese abuso político, tendría que haberlo denunciado pero no lo hicieron. No sé de qué tienen miedo. El Gobierno de Pozuelo está jugando con ella y ella aguanta.
Parece que les va la marcha. El Gobierno los entretiene, incluso, en los Plenos mientras se la cuela en la Junta de Gobierno Local, que es la madre del cordero. Pero de ese Pozuelo oscuro como boca de lobo ya hablaré otro día.
El Capitán Possuelo