Pozuelo Prestigio: La Fundación Súrikov, ubicada en la Villa, dona a Rusia 58 obras de pintores rusos de una colección de más de 4.000 pinturas, la mayor del mundo (vídeo)
La coleccionista pozuelera Dolores Tomás, mecenas del arte ruso del siglo XX, ha donado al Ministerio de Cultura de Rusia 58 obras de maestros de la pintura soviética, muchos de ellos desconocidos para el gran público.
La presidenta de la Fundación Súrikov, entidad ubicada en Pozuelo de Alarcón, cuyo objetivo es difundir la cultura y el arte ruso, consideró que era un “buen momento” para la donación, dadas las actuales tensiones entre Rusia y Occidente, aunque ella se negó a hablar de política.
Dolores Tomás fue la gran protagonista del acto en el que se expusieron 16 de las obras donadas y al que asistió el viceministro de Cultura ruso Vladímir Aristarjov.
Las obras donadas pertenecen a una cuarentena de artistas y representan en clave casi siempre realista desde paisajes a naturalezas muertas, temas costumbristas o sociales, y algunos son claros ejemplos del más clásico realismo socialista.
Parte de las obras se quedarán en la propia Galería Tretiakov, otras irán a parar a manos del Estado ruso y el resto recalarán en dos museos en Nizhni Nóvgorod y Volgogrado, donde la mecenas española rescató del olvido numerosos tesoros del arte ruso del siglo pasado.
“Este regalo es una confirmación de la admiración mutua entre rusos y españoles. Es bien conocida la influencia que ha tenido el arte y la cultura de ambos países en nuestros artistas”, comentó a Efe Zelfira Tregulova, directora de la galería Tretiakov.
Dolores Tomás, tras descubrir la pintura rusa, se dedicó a recorrer la antigua URSS y la actual Rusia “de Este a Oeste y de arriba a abajo buscando ese alma que había visto reflejada en la obra de esos artistas”.
Le pareció “maravilloso” que, “igual que el escritor escribe la vida de un pueblo con sus lápices, se podía contar la auténtica historia de Rusia a través de los pinceles de sus maestros”.
“Y ahí comenzó todo. Consideré una obligación ética reunirlas, conservarlas y restaurarlas, y dejar un patrimonio para años venideros. Son pinturas que cuentan una historia muy humana. En el fondo, españoles y rusos tenemos muchas cosas en común”, aseguró.
Le cuesta mencionar nombres, pero cita a Litvinski, quien le introdujo en la pintura soviética; Buj; Velichko, Striguin o Sogomonián, que estuvo presente en el acto.
“Le conocí hace más de 20 años en Moscú. El primer día ya adquirió muchas de mis obras. Incluso hice un retrato de su hija”, señaló a Efe.
Sogomonián destaca la “gran labor” de Dolores Tomás a la hora de sacar del anonimato a numerosos pintores de un país que “estuvo cerrado al mundo durante muchos años”.
Uno puede cerciorarse del gran impacto que tuvo el mecenazgo de esa “bella dama española”, como la llamaban su apadrinados, en la obra de muchos pintores rusos al hablar con el hijo del fallecido impresionista ruso Aron Bukh.
“Mi padre esperaba cada año con gran ansia la llegada de Dolores. No sólo era por el dinero, sino que le inspiraba con su apoyo. Ahora, la obra de mi padre está en el Museo Ruso, en el Pushkin y, finalmente, a través de España, en el Tretiakov. Estoy muy feliz”, comentó.
La colección de la señora Tomás es la mayor del mundo de pintura rusa de la etapa soviética. El periodo que comprende desde 1918 hasta la Perestroika.