Por fin, Messi ha firmado su nuevo contrato con el Barcelona, el proceso independentista catalán se puede dar por muerto…
Por fin Leo Messi estampó su firma en el nuevo contrato que le une al Barça hasta junio de 2021. Tendrá una cláusula de 700 millones de euros y un contrato de 40 millones al año. Josep María Bartomeu ya puede dormir tranquilo porque de irse Messi, tras la marcha de Neymar, el que tendría que poner pies en polvorosa sería el Presidente de la entidad barcelonista.
Hace tres meses que el padre de Messi firmó un contrato que, con la marcha de Neymar ha debido ser analizado y retocado porque lo de Neymar no estaba bien atado. Que Messi es el mejor jugador del mundo lo reconocemos muchos. Pero la cláusula de rescisión de su contrato de 300 millones de euros que tenía estaba ampliamente desfasada.
Han sido tres meses de rumores, noticias falsas y globos sonda que han roto las calma en el seno de la Entidad azulgrana.
Por su fuera poco, la situación política de Cataluña no ha ayudado nada. Es más, ha trascendido que al jugador le molestaba la actitud beligerante contra España de dirigentes y jugadores, léase Piqué, que se han mostrado a favor del proceso independentista.
Pero Messi ha mantenido una posición contraria, aun sin manifestarlo públicamente. Prueba de ello es que el partido contra la Unión Deportiva Las Palmas no se jugó a puerta cerrada porque Messi y algún que otro jugador se pusieron a favor del argentino, que únicamente esgrimió argumentos estrictamente deportivos.
Messi es un caso único de fidelidad a una entidad deportiva. Llegó con 13 años y tendrá 34 años cuando finalice el contrato que acaba de firmar. Ni Pelé, ni Di Stefano, ni Maradona, ni Cruyff fueron fieles a un mismo club. Messi siempre confesó fidelidad al Barça y voluntad de seguir en el club al que llegó siendo un crío que ya apuntaba maravillas.
Ya sólo le falta el último contrato, que es el que más se merece Leo, el contrato de por vida.
Porque él ha dedicado su vida al Barça.
José Antonio Rosa