El Real Madrid pierde contra el Girona y no solo al fútbol
La derrota del Real Madrid ante el Girona ha sido la gran sorpresa de la jornada liguera y no solo futbolísticamente hablando. Una derrota, por cierto, que deja a los blancos a 8 puntos del Barcelona.
Se habla ya de si es una derrota decisiva porque el Madrid llegaba a Girona con la obligación de ganar. Por dos razones. Primero porque la competición lo exigía ya que el Barcelona se escapa y, segundo, porque se encontró, por cosas de la suerte, con un ambiente futbolístico marcado por el problema catalán y en la tierra de Puigdemont.
El partido, decían, no tenía connotaciones políticas pero sí las había en el ánimo de muchos. Vaya si las había. Y hubiera sido bueno que el Madrid hubiera ganado por su bien en la liga y por el bien de muchos españoles que deseaban su victoria.
Pero perdió.
Y es que la manida frase “de cien partidos que jugara el Madrid con el Girona ganaría noventa y nueve” no se ha cumplido en ésta ocasión. No trato de menospreciar al contrario. También podríamos hablar de que no hay enemigo pequeño. Pero cuando un equipo muy inferior a otro grande, al menos en presupuesto, pone entusiasmo y, sobre todo fútbol, ocurren estas cosas.
El inolvidable Helenio Herrera, siendo entrenador del Barcelona, dijo que el Barça ganaba al Betis sin bajarse del autobús. No creo que los jugadores madridistas pensaran lo mismo, pero el Girona les planteó una defensa con tres centrales y dos laterales de correr las bandas, más dos volantes que pusieron una tela de araña en el campo que barrió a los madridistas y les robaron la cartera.
Es verdad que los favoritos a ganar la liga también pinchan en el transcurso del campeonato, pero el domingo el Madrid pinchó donde menos debía hacerlo…
Les faltó mentalidad.
José Antonio Rosa