Esperando a Susana, para las Fiestas… del Centro
No había tiempo para más y, por fin, se unió la constelación de seguridad, obviando a la Junta de Seguridad Local que todos pensábamos que para tales fines estaba, y se pusieron en marcha todos los protocolos, lógicos, racionales y necesarios dados los momentos que nos toca vivir, por mor de los que buscan en los asesinatos consuelo en el cielo, con vírgenes incluidas, estableciéndose los pasos que nos den la tranquilidad suficiente para los días festivos que nos tocan.
Regresó, nuestra egregia autoridad, de sus merecidas vacaciones, sin duda, el “dolce far niente”, me refiero al trabajo Consistorial, necesita siempre de un tiempo lúdico que haga recuperar a cuerpo y espíritu de la dura tarea que supone regir vida y hacienda de más de cien mil almas pozueleñas todos los días, prever su futuro y poner los medios para que la ciudad sea capaz de crecer en ese devenir. Y se hizo la reunión y se estableció el protocolo de seguridad.
Y ya estamos en Fiestas, nuestras fiestas de la Consolación que, como muy bien nos recuerda el Capitán Possuelo, no son las de Pozuelo, son las del Centro.
Cualquier visitante que se aproxime a nuestra villa en estos días, no podrá notar, al menos por carretera y ferrocarril, no sé por el aire y bajo tierra, ningún reflejo de lo que en nuestra ciudad se celebra y, si no engalanamos las entradas para recordar que estamos en nuestros días grandes…¿dónde recordamos a propios y extraños que las mismas existen?
Igual reflejo se traslada en los distintos “cascos “ de nuestra urbe, salvo el lineal que baja desde la plaza de la villa al tendido y la perpendicular hacia el campo de las atracciones…
Me dirán Vds. que para eso está internet y ahí, ahí sí que estamos ¡a todo trapo!…bueno, pues anímense y busquen Web referida a nuestros excelsos días estivales, con programa atractivo, vídeos estimulantes y las palabras de nuestra alcaldesa, animando a compartir y disfrutar horas y galas ¿?.
La última vez que las mismas fueron noticia, no fue ni por su actuaciones artísticas, ni por sus encierros, ni mucho menos por su espíritu culinario tan defendido por la Corporación Municipal; desgraciadamente, los violentos visitaron nuestra villa y la batalla campal acompañó la noche, con intento de asalto, incluido, a la comisaría de Policía. Sin duda fueron agresiones realizadas por individuos, muy próximos en mentalidad y maneras de hacer, a los que ahora nos obligan a blindar cualquier lugar de disfrute y paseo, con bolardos y similares para evitar el terrorismo de atropello… Para nuestra desgracia aquella violencia nocturna, puede ser el conocimiento real, diferido ya en el tiempo, que hay de nuestras patronales.
Demasiadas cosas por hacer, la primera recuperar a nuestros jóvenes para las mismas, la segunda escuchar las demandas de los pozueleros – DE TODOS –, por supuesto, y en tercer lugar, gobierno y oposición elaborando el Programa (reconozco que ese papel lo juegan, el de la oposición, las Peñas) para retornar a los tiempos en que todos esperábamos estas jornadas de ensueño y disfrutábamos de unos días de asueto y bonanza que nos ponían en el centro de la Comunidad.
Posiblemente, asumiendo lo anterior, desde nuestros representantes, con el sentir de querer hacer de todos estos días que a todos nos tendrían que representar y hacernos presumir de lo nuestro, las Fiestas de la Consolación, podrían volver a ser las Patronales de Pozuelo de Alarcón.
¡Pongámonos a ello!
A. Nogueiro