Neymar se queda en el Barcelona, lo ha dicho el “Presidente” Gerard Piqué. El tema se arreglará con una nueva subida de sueldo
En el ya considerado “caso Neymar” se sigue deshojando la margarita de si el jugador brasileño se queda o no se queda en el Barça. Yo apuesto a que se quedará.
Y eso que la oferta de ser número uno en el PSG y serio aspirante a Balón de Oro nublan la vista, más de su padre, que del propio jugador. Para Neymar, el principal obstáculo de progresar en el Barça, de momento, se llama Messi que sigue siendo el principal referente del club.
La oferta del PSG a Neymar presenta estas cifras escalofriantes: 222 millones para el Barça, 30 millones por año para Neymar durante 5 y una fiscalidad que en Francia es del 45%.
El montante de la operación, que se sepa, asciende a 497 millones de euros en el primer año. El Barcelona, como es lógico, no va a pujar en ésta oferta, simplemente, porque no tiene dinero. Además, ya renovó a Neymar el año pasado hasta el 2021. Y le parece una pasada.
Pero, en medio de esta locura, ha saltado a la palestra el “Presidente” Gerard Piqué, que junto a otros pesos pesados de la plantilla han tratado de convencer al jugador brasileño al margen de las reuniones de alto nivel entre el director de fútbol del club, la empresa Nike, que patrocina a Neymar, y el padre del jugador.
Resultado: el “Presidente” Piqué anunció, a bombo y platillo, que Neymar seguirá en el Barça…
¿Seguro…?
Seguro. Lo que realmente quiere Neymar es que le suban el sueldo. Que le suban al nivel de Messi. Y Piqué se lo ha prometido.
Pero, ¿cuál es el papel del Presidente real Josep María Bartomeu este caso?
Ninguno.
Bartomeu carece de “autoritas” para entrar en este asunto. Bartomeu no es nadie desde que accedió a la presidencia del Barça de carambola, aunque su cargo fuera refrendado por los socios unos meses después. Está marcado. No tiene peso específico.
En esta temporada ha fallado en los fichajes estrella que prometió. Recordemos los últimos de Verratti, del PSG, y de Ceballos, la figura emergente del futbol andaluz que del Betis ha pasado al Madrid.
Además, la gestión de Bartomeu tiene ya muchos claroscuros. Trapos sucios que se ha encargado de airear, incluso, la propia televisión catalana, TV3, como es la venta irregular del asiento libre en el Nou Camp, sin ponerlo en conocimiento de los titulares de esos asientos.
Y no digamos el asunto de los columbarios. Una idea genial de crear un recinto para albergar las cenizas de los barcelonistas que quisieran descansar eternamente en el club de sus amores.
Ponen en marcha en proyecto, parece que reciben un millón de euros a cuenta, pero no cuentan con los permisos pertinentes que, ni llegan ni llegaran. Y esto Bartomeu y sus socios lo sabían de antemano. Resultado, Bartomeu y su grupo acusados de estafa.
Lo de meter al Barcelona en la espiral política del referéndum ha sido otro desastre.
¿Puede funcionar así una entidad deportiva de la categoría del Futbol Club Barcelona?
Sinceramente, creo que no. Y supongo que buena parte de su masa social tampoco.
No es de extrañar que Piqué usurpe sus funciones.
Como tampoco debe parecer raro que Agustí Benedito, anuncie una moción de censura contra Bartomeu en el mes de septiembre.
José Antonio Rosa