El futbol también es como un juego de ajedrez: Los clubes fichan a jóvenes jugadores por estrategia y los representantes mueven sus bazas con sus estrellas
Estamos en lo de siempre. Por estas fechas surge siempre la pugna entre los grandes clubes de fútbol por los fichajes que pretenden para reforzar sus equipos de cara a la próxima temporada y, con ella, la picardía de los representantes para ganar dinero a costa de sus pupilos estrellas.
Pero, en muchos casos, solo es un juego de ajedrez. Los clubes fichan para que no lo hagan sus rivales los representantes anuncian que sus estrellas quieren cambiar de aires pero solo para que le suban el sueldo.
Pasó con Morata en el Real Madrid. Hay que fichar a Morata. Para no jugar.
Ahora ha pasado, otra vez, con Deulofeu en el Barcelona. Hay que fichar a Deulofeu. Tampoco jugará.
Y, en el colmo de los colmos, hay que fichar a Dani Ceballos. Como sea. Ha destacado en el Europeo sub 21 y hay que ficharlo. Y se ficha. Para no jugar. James Rodríguez destacó en un mundial, se fichó y no juega. Es más, se tendrá que ir.
Si difícil es para los consagrados, para los jóvenes es imposible.
Luego hay otro tipo de futbolista que, en estas fechas, de pronto es pretendido por un grande. Pero todo es una operación de su representante, aprovechando el verano para tratar de conseguir mejoras económicas. Este podría ser éste el caso de Verratti.
Se ha estado hablando de Verratti varias semanas por el interés del Barça en ficharle para, al final, recoger velas hasta llegar a pedir disculpas a su club, el PGS francés, porque su representante le ha dejado el pie de los caballos al decir que el futbolista era prisionero del jeque propietario del PSG.
Como siempre pasa, Verratti habrá conseguido una mejora económica del PSG y su representante también ha sacado una suculenta comisión.
Lo dicho un juego de ajedrez.
José Antonio Rosa