El PP de Pozuelo está enfermo, muy enfermo… Pero aún hay esperanza
No pasa un día sin que nos despertemos con alguna noticia negativa que afecte al PP de Pozuelo pero especialmente al equipo de gobierno de esta villa. Y es que el Partido Popular de Pozuelo ha entrado en barrena. Guste o no, esto es así. La marcha de Paloma Adrados a la presidencia de la Asamblea de la Comunidad de Madrid marcó un punto de inflexión. No tanto por su marcha sino por quién dejaba aquí, esto es a la señora Susana Pérez Quislant, una mujer que nunca ha sido merecedora del honor de representar a esta ciudad, no tanto porque no le ponga empeño –que no se lo pone- sino porque ni está preparada ni tiene las aptitudes y actitudes que semejante puesto requieren.
Los hechos hablan por sí solos: presentación de mociones que nada tienen que ver con el municipio, cero iniciativa política, un desprecio constante a los medios de comunicación municipales y un equipo de gobierno caduco.
Pero detengámonos con mayor profundidad en esta vorágine de desidia que está protagonizando el gobierno de Quislant y planteémonos una pregunta ¿cómo es posible que Quislant haya puesto en su contra a los grandes periódicos de Pozuelo cuando estos tienden a simpatizar con su ideario? Muy sencillo, su prepotencia desmedida y desprecio a los demás. Esta señora tiene tan buen concepto de ella misma que no es capaz de ver más allá de la segunda planta del Ayuntamiento.
Llama la atención que vaya ya por su tercer jefe de gabinete en solo 2 años de gobierno. La verdad es que pocos son capaces de convivir con ella. Ya saben, lo primero es la salud. Uno de los grandes escándalos afecta al actual jefe de gabinete de la alcaldesa, el señor Álvarez Ustarroz. Un señor inmerso en una incompatibilidad de libro –estuvo compatibilizando desde mayo de 2016 hasta al menos enero de 2017 su cargo a tiempo completo y con exclusividad en el Ayuntamiento con el ejercicio de la abogacía-. Es una vergüenza imperdonable y que traerá consecuencias que la alcaldesa no haya tomado medidas cesando a este señor. Los hechos son irrefutables ¿a qué está esperando para cesarle? Pero la historia no se queda ahí, este señor no tuvo nombramiento formal ¿Dónde está el decreto de nombramiento y por qué no se publicó en el BOCM cuando tocaba?
Muchas preguntas, ninguna respuesta y un solo camino. O se explica con algún soporte este escándalo o tendrán todos que dimitir. Pozuelo de Alarcón merece respeto.
Pero qué vamos a esperar de la alcaldesa Quislant, una señora que encarna los valores más pasados del Partido Popular, que es sólo un resquicio de lo que en su día fue el Aguirrismo y que se dedica a tener trapicheos con Ángel Carromero, ese señor que juega a ser joven y que es un proyecto de corrupción en toda regla.
Pozuelo de Alarcón no merece más. Merece mucho más. Ésta es una villa de gente trabajadora que a base de esfuerzo y constancia se ha hecho respetar. Todos sabemos que este municipio es ideológicamente de centro-derecha, lo que supone que de una forma u otra, salvo gran catástrofe, gobierne el PP.
Pero el PP de Pozuelo de Alarcón tiene que renovarse de una vez y no precisamente con forasteros que vengan aquí a buscar oportunidades que no son capaces de obtener en sus respectivos municipios o distritos. El PP de Pozuelo tiene gente joven y no tan joven muy preparada: ingenieros, doctores, arquitectos, abogados, economistas, periodistas, emprendedores, empresarios, profesores, etc. Estas son las personas que tienen que encarnar un nuevo proyecto en Pozuelo de Alarcón siguiendo la estela de Cristina Cifuentes en la Comunidad de Madrid. El tiempo acucia pero aún hay esperanza. Sólo hay que tomar las decisiones correctas y ser valientes. Pozuelo lo merece.
David Escribano