A veces hay que decir NO: NO al espectáculo político que supondrá que Rajoy acuda a declarar como testigo a un juicio y NO a los que quieren acabar con España
Una semana con algún dato positivo, siempre y “casualmente”, la ensombrece algún titular surgido gracias a alguna resolución judicial, cuanto menos, cuestionable o innecesaria. Pero si, amigos, esta es la sociedad que algunos aplauden a rabiar. Y otros, los más, la sufren.
El Gobierno consigue pactar. Dialogar. Y mantener el interés general por encima de los particulares o personales. Cede y negocia por los españoles. El Gobierno consigue la mayoría suficiente para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. Y, ¿que sucede a continuación? Titular de prensa. Resolución judicial.
Mariano Rajoy tendrá que ir a declarar como testigo y “ciudadano normal” en el juicio de “Gürtel”. Y yo me pregunto, si hubiera sido un “ciudadano normal”, ¿habría sido llamado a declarar en este proceso judicial? Si su testimonio no fue considerado necesario en la fase de instrucción, es decir, cuando se están investigando los posibles delitos cometidos. ¿Por qué ahora sí?
Todos somos libres de pensar lo que queramos. Yo lo tengo claro.
Partiendo del respeto que me merecen todas las resoluciones judiciales pero sin compartir muchas de ellas, porque los jueces también se equivocan. Y mucho, amigos. Partiendo de esto, creo que en esta ocasión, dos de los magistrados que se sientan en ese tribunal tuvieron que votar NO a la petición de la acusación. Una petición rechazada por la Fiscalía porque “no iba a ser útil ni necesaria” esta testifical y por el Juez Ruz en fase de instrucción. Alegando que quienes la solicitaban buscaban beneficios “extraprocesales”. Pues bien, los magistrados José Ricardo de Prada y Julio Diego dijeron SI ahora a que Rajoy comparezca.
Ya veremos quién llevaba razón. Si el Juez Ruz y la Fiscalía o la acusación (PSOE) y los dos Magistrados que “mediáticamente” están situados en la izquierda radical del panorama político. Pero es evidente, espectáculo hasta el final. El Presidente tendrá que acudir en persona a declarar. Y mientras los despachos de algunos judicializan la política, otros, como Mariano Rajoy y el PP se dedican a trabajar por España. Habrá Presupuestos. A pesar de la foto. Y, al menos durante un año más, habrá estabilidad.
Pero la imagen es lo que cuenta. Y oiremos a los de Ciudadanos y muchos más hacer un frente común y decir que es vergonzoso ver a nuestro Presidente ir a declarar en calidad de testigo. Y algunos los aplaudirán. Y habrá tertulianos cuestionando esa imagen, criticándola y cuestionando el honor del Presidente. Sin embargo el honor de una persona no se cuestiona por acudir a un tribunal a declarar. El honor es cuestionable cuando uno actúa al margen de unos valores y unos principios. Y si un político, un juez, un periodista o cualquier profesional renuncia a sus principios por buscar un titular y criticar una obligación que tenemos todos las personas. Ese político, ese periodista o esa persona no tendrá honor.
Por eso digo que a veces hay que decir NO.
Pero no sólo ha sido una buena noticia que los Presupuestos salgan adelante. Hecho que me alegra y afianza mi confianza en el gobierno liderado por Mariano Rajoy, otra noticia política nos debería congratular a todos. Y, esta vez, esa noticia usa el NO pero con responsabilidad y sentido de Estado.
Un NO frente al separatismo catalán. Un NO necesario de los partidos constitucionalistas. Y un NO a la ilegalidad. Me tranquiliza que, por fin, haya unidad en la defensa de ambos principios. Y me sorprende gratamente que Pedro Sánchez haya utilizado, por primera vez, el NO de forma responsable, como todos los demócratas esperamos del PSOE.
El PP lleva muchos años defendiendo la unidad de los constitucionalistas frente a los separatistas. En Cataluña, el PP habla alto y claro. Y quizá a veces demasiado alto y demasiado claro. Y el PP ha defendido siempre lo mismo en Barcelona que en Madrid, Sevilla o Murcia. Lo que España somos lo decidimos todos los españoles.
Mariano Rajoy siempre ha defendido la legalidad. La moderación. Diálogo sí, pero con la Ley y la Constitución en la mano. Esta defensa ha sido objeto de innumerables críticas. De fuera y de dentro. Pero, al final, el sentido común ha imperado. Unidad frente a separatismo. Y es un triunfo de todos, sin duda. Aunque queda aún un largo recorrido para que nuestros amigos catalanes puedan vivir en libertad y en su país, España.
Sin embargo, algunos pretenderán sacar rédito político a esta unidad. Como siempre. Se pondrán sus medallitas. Les veremos diciendo “Gracias a mi….” Bla, bla, bla… Pero tendremos que separar lo superficial de aquello que realmente nos debe importar. La unidad de los partidos constitucionalistas permitirá defender a España de cualquier amenaza ilegal e inconstitucional. Y los “medallitas” no deben olvidar su propio pasado y su responsabilidad.
Si, responsabilidad. Porque es lamentable que esa unidad haya tardado tanto en llegar. Sólo hay que mirar hacia atrás y repasar qué ha sucedido. Cierto es que Ciudadanos, copiando el mensaje del PP, siempre se ha opuesto a la “independencia de Cataluña”. Pero tan cierto es eso como que el PP de Cataluña (afiliados y cargos políticos y públicos) son quienes llevan años oponiéndose a ese proceso y amenaza ilegal en Cataluña. Sin complejos. Con convicción. Unidad frente a separatismo/independentismo. Sin embargo, los de Rivera actuaron. Les gustó el mensaje. Lo tunearon y “buscaron” culpables. Y “señalaron” al PP y al PSOE. Y después el mismo dedo “inquisidor” de Rivera volvió a señalar a Rajoy como el responsable de la falta de diálogo. No contentos con esta política mediática. La señora Arrimadas afirmó hace casi dos años y sin pudor alguno: España (o sea, todos nosotros menos los catalanes) tendríamos que “seducir” con un proyecto interesante a los catalanes para no querer “separarse”. Fue la guinda de un pastel que hoy ha terminado con un acuerdo de unidad. Y me satisface. Aunque creo que algunos deberían dejar de señalar a otros y empezar a comprobar la viga que tienen en sus propios ojos. Por el bien de España. Por responsabilidad.
Y por eso, aplaudo que todos juntos digan NO al separatismo.
Decir NO, a veces, es más inteligente que decir a todo que sí. Cuesta más, sin duda. Desgasta más. Y en muchas ocasiones no consigues arrancar el aplauso fácil. Pero gobernar no significa conseguir aplausos. Significa defender, también, la unidad de España, nuestro marco de convivencia y nuestros derechos y libertades.
Los de Ciudadanos, dos años después de estar cobrando como cargos públicos en diferentes administraciones, han decidido “formarse” para saber gobernar y tomar decisiones. Pedro Sánchez dice NO a los separatistas. Y el PP sigue defendiendo a todos los españoles y a todos los catalanes. Desde el sentido común y la responsabilidad.
Esto parece que empieza a funcionar. Al menos, lo parece, de momento.
Gracias.
Yolanda Estrada