Antiguos e importantes maestros de Pozuelo de Alarcón. Un artículo de Germán Lizondo Checa, maestro de Madrid de principio del Siglo XX
Según datos que se remontan al año 1887. Por aquel tiempo contaba nuestra Villa con dos escuelas elementales sitas en la calle de la Tahona: la de niñas, con cincuenta alumnas, a cargo de la profesora Elvira Hermida y Taboas; la de niños, con ciento treinta alumnos, estaba a cargo del maestro Ramón Jiménez López.
Son cifras que producen escalofríos a los profesionales actuales y a quienes no siéndolo tenemos alguna experiencia y educación de estas delicadas criaturas. Sobre todo si tenemos en cuenta la escasa retribución de su trabajo, ya que por datos de del diccionario geográfico de Pascual Madoz sabemos que, a mediados del siglo pasado, fecha no lejana de la que estamos contemplando, la dotación de la escuela de niñas era de 1.829 reales, y la de los niños, 2.920 reales así mismo.
Convertidas en pesetas tendríamos un sueldo de una peseta diaria para la maestra y dos para el maestro. Poco más de la retribución de un jornalero de la época.
Tiempos duros de probada vocación.
Como complemento de las escuelas municipales existía un colegio de niñas dirigido por la profesora particular Juana Muñoz y Llorente, que esta autor aventura que podría haber dado servicio a los hijos de los veraneantes que comenzaron a frecuentar nuestro pueblo también a mediados del Siglo XIX.
Todos ellos estaban asistidos por una Junta de Primera Enseñanza que estaba compuesta por seis vecinos.
Nos ha quedado el recuerdo permanente del maestro arriba citado a quien dedicó el Ayuntamiento la antigua calle Real Alta, que muchos “listos” de la actualidad confunden con la calle “Juan Ramón Jiménez, poeta y Premio Nobel.
Lo que sí es seguro es que tanto Ramón como Elvira y Juana son acreedores de nuestra gratitud.
Germán Lizondo Checa