El debate sobre los Presupuestos Generales del Estado sí que importa: La vida de todos nosotros depende de lo que se apruebe en estos días y no del tramabús y la demagogia
Y después del inicio de una semana festiva en Madrid y titulares “enloquecidos” con el eterno tema de la corrupción; después de confirmar, una vez más, el rol que cada uno tiene y quiere tener en la política española y, también, en los “influyentes” medios de comunicación; después de todo esto y de “las mafias”, “las mociones de censura” “las fotos institucionales”, “las frases lapidarias”, ha empezado el debate de lo que realmente importa: El debate sobre los Presupuestos Generales del Estado.
Aunque se tape el debate con otros titulares de prensa, show mediático, agitaciones al odio o con postureo político. La realidad es que esto nos debería importar a todos. Los Presupuestos Generales del Estado será la hoja de ruta del Gobierno, al menos para un año. Y serán la base económica para las actuaciones políticas. Ya sea pagar una pensión, una prestación por desempleo, becas, ayudas, incentivos para fomentar el empleo…. Para todo eso se necesita este documento aprobado. Por estabilidad del país y por seguridad para todos los españoles.
Por eso quiero escribir sobre ello. Siempre habrá “otros” agitando la coctelera de la política “sin proyecto”, de la foto “estudiada” y del titular “enlatado”. Ah! Y con la palabra corrupción en la boca. ¿Qué tal si pensamos en nosotros un poco? ¿Qué tal si algunos empiezan a justificar la percepción de sus sueldos públicos?
No sé a vosotros, pero este debate me interesa.
Soy consciente que hablar de los presupuestos es menos atractivo que hablar de personas y que si a su vez en vez de criticarlos, les aplaudo, mi reflexión tendrá menos éxito. Lo sé. Pero, a pesar de ello, lo haré. Y solo por una razón. Porque a pesar de que los datos económicos son positivos. No se habla de ello. Y me extraña. Porque este triunfo es de todos los españoles. Con una dirección política clara, sin titubeos, firme y con una convicción en España y los españoles. Mariano Rajoy y el PP. Con un objetivo. La estabilidad. ¿Por qué no hablamos de ello?
Es como si no existiera crecimiento económico dentro de los límites de nuestras fronteras. Pero como existe, hay que taparlo con un “impactante” titular, con una citación judicial, con un auto o con una anunciada “moción de censura” muerta. Absolutamente bochornoso que se oculte la realidad. Bochornoso, indignante y maquiavélico. Así de simple.
La vida de todos nosotros depende de lo que se apruebe en estos días. Porque es en los Presupuestos donde se refleja el proyecto político de cada partido. Y su repercusión en la ciudadanía. En nuestros bolsillos. En nuestro futuro. En el de nuestras familias.
Y el proyecto del gobierno es bueno. Según su previsión, creará más de medio millón de puestos de trabajo. Incentivando la contratación privada, entre otras, o fomentando actuaciones de inserción. Y esto es positivo y además están demostrando que se están consiguiendo este objetivo. Son creíbles.
Por otro lado, un tema que me interesa, es que han aumentado más del 4% la partida correspondiente a las políticas de investigación, desarrollo e innovación. Más de 6 MIL MILLONES de euros. Eso es progreso y avanzar. Y tienen todo mi apoyo en seguir por ese camino.
Pero obviamente, esto es posible porque el PP ha hecho los deberes. Ha cambiado el rumbo económico de la izquierda de Zapatero. Y desde hace un año, empezamos a ver la luz y empezamos a poder gastar en educación, becas, investigación, sanidad. Etc, etc.
Donde antes había endeudamiento y había que apelar a los mercados de crédito internacionales. Ahora, ese modelo se ha invertido. Y lo ha hecho el gobierno. La competitividad de nuestros profesionales y empresas, las exportaciones y el turismo. En estos pilares se basa nuestro modelo actual.
El PP ha conseguido en muy pocos años dar la vuelta como un calcetín a las políticas fracasadas de la izquierda. Ha bajado el endeudamiento externo, hay superávit y cumplimos. Por eso. Porque hay dinero y hay políticas activas que crean empleo. Se presentan estos presupuestos.
Pues bien. Los españoles necesitamos estabilidad. Y ahí es donde se demostrará la grandeza de cada partido. Porque no defiendo que este proyecto sea el único o el mejor. Defiendo que este proyecto es el que debe guiar el próximo año y si es necesario adaptarse a mejoras sugeridas por otros partidos. Mejoras justificadas y dentro del concepto equilibrio presupuestario. Y mejoras que redunden en el conjunto de los españoles. Que sean aceptadas y aprobadas.
Pero hablar de enmiendas con el objetivo de construir. Es muy diferente a lo que siempre propone la recalcitrante formación morada y sus “cooperadores necesarios”. Diferente. Abusiva. Insultante. Y demagógica. Aunque apunta maneras y debería ser analizado. A pesar de que hayan montado el numerito de la moción de censura para “tapar” lo que peligrosamente harían si gobernaran.
Amigos. Detrás de todas las apariciones de estos políticos del neocomunismo bolivariano. Detrás de todas esas apelaciones al odio, la división, la demagogia. Detrás de todas esas palabras, por cierto, casi todas dichas por “su” líder venezolano Hugo Chávez (DEP). Hay una realidad que quieren tapar. Su proyecto. O su “no proyecto”.
Así es. Han presentado una enmienda a la totalidad. Pero no son unos PGE, no amigos. Son unas “cuentas alterativas”. Debe ser que entre tanta fiesta de tramabuses, platós, manifestaciones que a codazos buscan su protagonismo, disputas internas o justificación de “sus” delincuentes. No han tenido tiempo de hacer un trabajo serio.
Pues eso. Política de “andar por casa”. Subida de impuestos brutal. Eso sí, con la “casposa” justificación de ricos y pobres. Casposa e insultante para las personas con un mínimo de formación y/o sentido común. ¿El empleo? Fácil. Crean empleo público. Es decir, pagado por todos nosotros para mantener a los suyos, a ver si vais a pensar que el acceso “controlado” por ellos va a estar basado en la “igualdad de oportunidades, capacidad y mérito”. Casi 20 MIL MILLONES de euros más en gasto.
¿Cómo se pagará todo esto? Son unas “simples cuentas”. Pero tendrán que justificar algo. Lo que dicen es lo dicho. Subida de impuestos. Afirman que “renegociarán” la deuda con Bruselas. O sea que no pagarán. Y hay cantidades injustificadas. Su detalle, intuyo, generaría tal estupor en la sociedad española que perderían votos. Conclusión. Sus propuestas vendrán ¿muy bien? a la imagen exterior de España, a las empresas y los profesionales. Nos cerrarán las puertas de los mercados internacionales. Al estilo Venezolano. Y lo más grave. Es que con sus silencios demuestran que bajo esa piel de cordero se esconden lobos hambrientos de poder, hambrientos de “control” y hambrientos de “odio”.
Pero que algunos sigan así. No hablemos de lo que importa. Sigamos haciéndoles su propaganda en los medios de comunicación. Miremos hacia Venezuela y veamos qué está haciendo el gran demócrata de Nicolás Maduro. Otro admirado por Pablo Iglesias y compañía. Sigamos hablando de lo que ellos necesitan hablar. No defendamos la política económica que nos está sacando de la peor crisis vivida en nuestro país. Y dejen que el populismo, la demagogia, la radicalidad, el odio, el separatismo nos inunde.
Y cuando toquen poder, lamentaremos todos lo que nunca dijeron. Ocultaron. Y negaron. Desde mi humilde opinión. Estos radicales de la demagogia con una España fuerte, una economía robusta, con un respeto a todas las instituciones del Estado, a su funcionamiento normal. Con una fortaleza de todos los demócratas defendiendo nuestra Constitución. Nuestros derechos. Nuestras libertades. Y con una educación en libertad. No podrán nunca llegar al poder.
Porque ellos quieren llegar para hacer lo que hace Maduro. Lo que hacen los dictadores. Lo que hacen los comunismos. Acabar con la libertad, acabar con los recursos para el pueblo, crear una necesidad y dependencia permanente y usar las instituciones en su propio beneficio. En pocas palabras, acabar con la democracia. Y esto sí que debe importarnos a todos. O, al menos, a mí es lo que me importa.
Gracias.
Yolanda Estrada