El 2 de Mayo, recuerdo de nuestra capacidad para acometer tareas en común, y rechazar el ombliguismo cantonal que se ha instalado en los últimos tiempos
La efemérides del 2 de Mayo, aniversario del levantamiento popular en Madrid contra la ocupación francesa, y que comenzó la conocida como Guerra de Independencia Española, nos recuerda a todos cómo nuestro pueblo (la sociedad española) fue capaz de acometer la ardua tarea de luchar, de forma conjunta, por un objetivo común y deseado por todos.
Yo no voy a hablar aquí sobre esos hechos, entre otras cosas porque poco podría aportar, salvo el hecho cierto de que TODOS los españoles lucharon y se implicaron en la tarea. Y en esos todos, incluyo por méritos propios a nuestros compatriotas de País Vasco y Cataluña. No hay más que visitar cualquier zona de España y ver los múltiples monumentos que así lo atestiguan. El Bruch (Cataluña), Zaragoza, Valencia, Cádiz, Bailén (Andalucía), Arapiles (Castilla y León), Vitoria y San Marcial (País Vasco), en los que participaron soldados de todas las regiones españolas (Es renombrado el Cuarto Ejército de Galicia).
Ellos lograron su objetivo, y estuvieron unidos para ello, porque cuando los ciudadanos españoles reconocemos como propia la necesidad de ser solidarios y colaborar hacia un bien común, nos olvidamos de ese OMBLIGUISMO CANTONAL que en las últimas décadas nos atenaza, y hace salir nuestro peor EGOISMO. Últimamente en todos los territorios de España, y sobre todo en Cataluña y Pais Vasco, ese egoísmo ha tomado forma de insolidaridad y no se oye otra cosa que de “mi”. Que si mi deuda histórica, que si yo aporto más de lo que recibo, que si mi educación, etc. Todo esto alimentado por el ansia de poder de las élites locales.
Cuando se habla de la ausencia del Estado en Cataluña, lo más triste es que cierto y que se ha dejado la acción pública en manos de las élites independentistas que usan, sin tapujos, el dinero de todos para promover la separación, subvencionando los sistemas de propaganda (TV3 y organizaciones).
Pero hablemos de qué puede unirnos y qué podemos hacer. La falta de objetivos y logros comunes hay que combatirlos realzando los ya conseguidos, los que continúan haciéndose realidad cada día, y los que podemos fijar para el futuro. Nuestro Gobierno y nuestro Parlamento deberían, sin ambages, dotar económicamente algunas partidas presupuestarias para campañas informativas en los medios sobre todos estos objetivos, y por otro lado apoyar a aquellas organizaciones que dan apoyo legal y económico a los ciudadanos que luchan por sus derechos (lingüísticos y sociales) en aquellas zonas donde los gobiernos locales conculcan esos derechos.
Cuando hablamos de logros ya conseguidos, podemos hablar de Nuestra Huella Cultural en el mundo, la Exposición Universal de Sevilla, y cómo no de los Juegos Olímpicos de Barcelona, que nadie debe olvidar que fueron eventos sufragados por todos.
De los logros que se han conseguido y se siguen haciendo realidad, podemos destacar nuestro desarrollo económico de los últimos años y nuestro estado del bienestar: Educación, Sanidad y Pensiones Públicas. Y si algo hay que destacar sería nuestra ORGANIZACIÓN NACIONAL DE TRANSPLANTES. ¿O alguien habla de nuestra organización de nación de naciones de trasplantes? ¿O alguien piensa que usted (insolidario y egoísta que se quiere separar para no ayudar con su dinero a sus compatriotas) va a disfrutar de un sistema así después?
Sobre los logros futuros, además de mantener nuestro estado de bienestar (que no es poco), se necesitan propuestas regeneradoras para erradicar la corrupción y mantener nuestro crecimiento económico, que permita lo anterior en un entorno de justicia social.
Me gustaría que todos, cada uno en nuestro entorno, ayudásemos a crear y mantener esa idea de ciudadanos españoles que perseguimos un bien común, basándonos en la solidaridad, la justicia. Y señores del Gobierno, implíquense en esta campaña propuesta, para hacernos sentir orgullosos de lo logrado y proteger nuestro país del ombliguismo cateto de algunos territorios.
Espero que hayan disfrutado estos días, y no se olviden de la lección que nos dieron nuestros compatriotas ese 2 de Mayo.
José Angel Ochoa, Ingeniero de Caminos y afiliado a Ciudadanos-Pozuelo
Grandes verdades en tiempos de cólera, entre el quejismo y el ombliguismo no hacemos más que sabotearnos a nosotros mismos.
Muchas gracias por su participación. Saludos