Parte meteorológico de los pasillos del Ayto. de Pozuelo: Nervios ante el escándalo Ustarroz-Quislant, trabajadores señalados, sindicatos pasotas y huida de Campelo
La publicación del enjuague político del Gobierno de Pozuelo en el escándalo Ustarroz-Quislant tiene de los nervios a todo el personal que cobra en el Ayuntamiento gracias a “su cara bonita”, o dicho de otro modo, gracias a su enchufe. Se incluye a asesores, concejales y altos cargos.
Las explicaciones que están dando al escándalo Ustarroz-Quislant no cuadran de ninguna manera. No pegan ni con cola.
Pero esos nervios son algo reciente. De esta semana. Lo grave es lo que viene sucediendo desde hace meses. Hay cosas que pasan en la Casa Consistorial que podrían considerarse “muy grave”.
En el Ayuntamiento de Pozuelo, me cuentan, hay algunos funcionarios (no pocos) que están dedicados al extraño oficio de “no hacer nada” porque los tienen presuntamente “castigados” por no seguir los oscuros intereses del Gobierno y, especialmente de la alcaldesa Quislant y de su cabo de vara el vicealcalde González, que están detrás de todos los movimientos raros por los que se sigue la regla maquiavélica, aunque escrita por Napoleón Bonaparte, del “fin justifica los medios”. (Esta frase en cursiva es textual de uno de mis gargantas profundas).
Es decir, en el Ayuntamiento de Pozuelo hay que ser obediente. Si no lo eres y dudas de la presunta ilegalidad de algo, malo. Castigado al rincón de los malos. A éste, ni agua.
Lo que no me cuentan de ninguna manera es la opinión de los sindicatos sobre todo esto. Y he preguntado.
¿Será verdad eso que se dice por los pasillos? ¿Será verdad que los sindicatos del Ayuntamiento de Pozuelo han engordado y ya no tienen ganas de pelea? Lo de engordado, es figurado. Lo que digo es que no tienen ya hambre sindical…
Cómo será la cosa que Óscar Campelo, la gran esperanza blanca de la concejalía de RRHH y que estuvieron a punto de achicharrar como Secretario del Pleno, ya se ha cansado de aguantar desprecios y desaires y se va.
Me cuentan que se va al Ayuntamiento de Getafe como Director de Personal. Dicen que a morir. Pero también me dicen que prefiere morir de pie.
En cualquier caso, lo que más expectación provoca es conocer cómo van a justificar la presunta prevaricación administrativa que se ha producido con el escándalo Ustarroz-Quislant y todas sus implicaciones. Que las hay…
Seguiremos in formando…
La Piraña del Meaques