La Lira de Pozuelo dio un concierto inolvidable en la Catedral de la Almudena de Madrid. Para nosotros, otro paso adelante. Un artículo de Juan Pedro Álvarez
Uno de los motores de la vida es la ilusión por alcanzar metas. Esperamos que llegue el fin de semana o un nuevo trabajo. Si quieres que funcione una asociación, las cosas también deben ser así.
La Lira de Pozuelo tenía un anhelo, que era ofrecer un concierto de marchas de procesión en la Santa Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Almudena de Madrid. Nos ha costado más de quince años alcanzar ese sueño, pero el pasado viernes 24 de marzo, lo hemos hecho realidad.
Para lograrlo, es de justicia decirlo, hemos necesitado el apoyo de la Real Congregación de los Siete Dolores. Gracias a esta histórica hermandad se nos han abierto las puertas del primer templo de Madrid. Por tanto, mis primeras palabras son de agradecimiento hacia ellos.
Pero también a la propia Catedral, que ha tenido que hacer un considerable esfuerzo para programar el concierto de una banda de cien músicos durante casi dos horas.
Hoy, tras las prisas y las incertidumbres, me quedo con la inigualable estampa de la banda ante el altar mayor, con la impecable interpretación de esas marchas que pronto resonarán en las calles del viejo Madrid.
Pero sobre todo me quedo con la imagen de la Catedral llena de público a pesar de la fría tarde y a pesar de que cualquier viernes de marzo, todas las cofradías de Madrid tenían actos religiosos. Si el concierto ha sido un éxito ha sido gracias a ello.
Mi gran duda era la respuesta del público y gracias a nuestros socios, simpatizantes y a los medios de comunicación locales y nacionales que se hicieron eco del evento, el viernes en la Almudena no quedó un sitio libre.
Este concierto es un paso más para prestigiar la Semana Santa de Madrid con la mejor música de bandas que pudiéramos ofrecer. Y a la par, promocionar un género como la marcha de procesión que para muchos melómanos es un completo desconocido, si no ignorado.
En años anteriores hemos ofrecido este concierto en otros grandes templos de la ciudad, pero nos faltaba la Catedral.
Nuestra idea es simple: en la calle las marchas de procesión tienen un color especial, pero se suelen escuchar parcialmente a lo largo del desfile. Por eso queríamos hacer un concierto para apreciarlas en todo su esplendor y en un local adecuado. Queríamos hacer un concierto de acceso libre, abierto a toda la ciudad y a todas la cofradías.
Pero también queríamos hacerlo benéfico. La Lira de Pozuelo no solo no cobraría por la realización del concierto, si no que lo recaudado por donaciones sería destinado a fines sociales. Este año, los beneficiarios han sido los comedores sociales abiertos en la capital.
Pero si ha quedado con las ganas, el próximo 1 de abril a las 20 h ofreceremos otro concierto de marchas de procesión en la Basílica de Medinaceli.
Y como la vida sigue, ahora nuestro objetivo son las procesiones en las que participa La Lira de Pozuelo. El Miércoles Santo saldremos del Carmen tras la hermandad de los Gitanos, el Jueves Santo con Jesús el Pobre. Y el Viernes Santo, con Nuestro Padre Jesús de Medinaceli. Ya son cuatro años seguidos haciendo tres de las grandes procesiones de Madrid.
El Domingo de Resurrección, fieles a nuestras raíces, pondremos música a la procesión del Encuentro en Pozuelo de Alarcón.
Será una semana dura, lejos de las vacaciones, tocando ocho horas, hasta las tres de la madrugada y en el frío de la noche. Por eso, tengo que hacer una mención especial a nuestros músicos. Esa excepcional colección de gente que es capaz de dar lo mejor de sí solo a cambio del orgullo de ser músico de su banda. Muchos no cambiarían tocar la mecida de un palio con la Lira por el certamen de Valencia. Síganos esta Semana Santa y lo entenderá.
Juan Pedro Álvarez Martínez, Presidente de la Lira de Pozuelo.
(Foto, gentileza de Rodolfo Robledo)