El futuro del PP de Pozuelo y del Gobierno de la ciudad están en juego y todo apunta a que caerá en manos de miembros de una familia de vieja raigambre político-pozuelera
Se me olvidó contarlo la semana pasada. Pero mi compañera colaboradora de El Correo, me contestó. Me llamó. Y hablamos.
Manolo me preguntó: “¿Sobre El Valle de las Cañas?”. Y solo le conté que, después de mi conversación con ella, he decidido dejar que el tiempo corra. Que las cosas se vayan colocando en su sitio y solo quiero transmitiros que espero que pronto se sepa quién fue quién y cómo sucedieron las cosas.
La verdad es que hablando con Manolo nunca entenderé por qué no se cuenta la verdad de esto y de todo. Pero mi compañera de periódico me pidió que dejara que pasara el tiempo y que entendiera que no quería comentar más de lo que se sabe, porque, según ella, no pasó nada.
“¿Qué me dices de los “protegidos”?”, le pregunté esperando la verdad. Y ella, muy políticamente correcta, me contestó, “Sira, no quiero más líos, sobre todo si no me corresponden. Que respondan otros. Yo no. No quiero colaborar en remover lo que tanto daño hizo. Pozuelo no se lo merece”.
Y quedamos en tomarnos un café para que me contara. Pero eso será el mes que viene. Tengo su palabra. Y espero que la cumpla, como hasta ahora ha cumplido. Tengo que hablar con ella de muchas cosas, pero me dice que luego lo “rajo” todo y, la verdad, me tuve que reír. Pero lleva razón. Discúlpame compañera, pero aunque a veces rememos por diferentes cauces, las dos tenemos un mismo objetivo. O al menos eso es lo que creo.
Manolo se enfurruñó un poco. Me dijo que pensaba que ella era más valiente. Y quizás lleva razón. Y me dijo: Escribe, entonces sobre “los protegidos”. Y me dio más información.
Esta información me hizo pensar. Y, ya en el taller, estuve dándole vueltas al tema entre diseño y diseño. Mi nuevo cliente me tiene colapsada a trabajo y estoy muy contenta. Pronto empezará el gran desfile y tengo que tener preparado cinco modelos más. Y el de novia. El más importante. Tobby ladró para que volviera a mi realidad. Y lo hice. Volví.
Puede que lo que me contó de más Manolo, lo sepan los de la Casa. Puede ser. La verdad es que no sé, sinceramente, si merece la pena. Aunque más pena da que dos alcaldesas no se hayan enterado sobre lo que sucedió y más pena aún da pensar que si se han enterado que no hayan depurado responsabilidades éticas. Porque en esto de los “protegidos”, hay mucha falta de ética y moral. Y lo digo sin tapujos. Si no que pregunten en la Concejalía de Hacienda, me dijo Maite.
A mí como trabajadora, pozuelera y con muchos amigos en la Casa, lo que más me molesta es la doble moral de aquellos que “protegieron” a un par de personajes, se unieron todos para señalar a otros sin pudor y sin moral. Con muchas mentiras y conspiraciones. Y hoy sigamos manteniendo a toda esta troupe gestando a otro candidato del PP en los despachos municipales. Como entonces hicieron con Paloma Adrados.
Me dice Manolo que está vez el tema tiene raíces familiares. Y que si, entonces, la unión era para evitar que viniera un político de primera categoría que sin duda hubiera prescindido de todos ellos. Su nombre lo sacó el Capi. Un candidato de Rajoy. Esta vez, los vínculos familiares harán que se unan todos para pujar por un hermanísimo. Y cuando Manolo dice todos, dice, 10 de los 14 del PP de Pozuelo. Esos que harán lo que sea porque quieren continuar, aunque el precio sea apostar por alguien en quien no creen. Aunque el precio sea debilitar las siglas, aún más, del PP en Pozuelo. Manolo me dijo: “Se salvan cuatro, y soy muy espléndido, pero son cuatro que se buscarán otro acomodo. El resto pujarán por ese candidato de despacho”.
Estoy segura que para desgracia de los pozueleros, esos concejales del PP pagarán el precio impuesto. No por nosotros. Por ellos. No por nuestro pueblo. Por sus intereses. Y no por el Partido Popular. Por su propio partido personal. Pero ese precio les conducirá a su peor penitencia. Como ya sucedió con Paloma Adrados. Que no se fíen.
La maquinaria conspiranoica y de pactos silenciados vuelve a nuestro pueblo. Pero, ¿Cómo quedará nuestra flamante Alcaldesa? Pregunté.
En el PP de Pozuelo ha ganado Cristina Cifuentes. Aunque el domingo por la noche Sebastián me llamó para decirme que el candidato amigo de Susana Pérez Quislant y Esperanza Aguirre sacó muchos votos. Más de los esperados. Todo el futuro de Quislant se tambalea. Y algunos concejales afirman “hipócritamente” que en el PP de Pozuelo hay libertad. Sebastián mientras me lo contaba, se partía de risa. Aún quedan muchas cosas que contar de las anteriores elecciones en la sede local de Pozuelo. Y ahora toca hacerlo. Pronto lo haré. Como dice Sebastián: “Para que hablen de libertad. Los afiliados del PP de Pozuelo deben saber la verdad”.
Pero a lo que iba, porque lo que me interesa es el futuro del PP de Pozuelo. Quislant busca alianzas y el hermanísimo/a, también. Puede que el viernes esas alianzas tuvieran visos de prosperar. Pero el domingo todo se truncó. Cualquier alianza entre los dos, o los tres, pondría en peligro el futuro de los dos hermanos y eso, la familia, no lo va a consentir.
Y entre patrón y patrón, levanté la cabeza y miré a mi Tobby.
¿El PP de Pozuelo seguirá siendo la Oficina de colocación familiar y de amigos de algunos peperos?
Si esta es la apuesta futura del PP, auguro una posible pérdida de esta endeble mayoría absoluta. Pero eso sí, al menos un familiar tendrá su acta de diputado regional y el otro será el portavoz de la oposición en Pozuelo. Sueldos muy dignos. Y a seguir con lo nuestro. Que no nos despisten en el objetivo. ¿Política? No. Seguir viviendo de todos nosotros.
Mi socio me dice que no me cabree con lo que está pasando otra vez. Y que evite hacer comentarios dañinos contra el gobierno municipal del PP, que tenemos que abrir dos negocios más y ellos pueden hacer mucho daño.
Tristemente, mi socio lleva razón. Aunque le recordé que la mostoleña está fuera de las quinielas de Susana Pérez. Que ya está buscando su futuro fuera. Pero queda mucho camino y mucho de lo que hablar. Mucho.
Y mientras la oposición municipal, sentados. Esperando ver el cadáver de su enemigo pasar. Ojalá el PP de Pozuelo no se lo ponga fácil a esta oposición política y decidan pensando en Pozuelo, en vez de hacerlo por los intereses de unos pocos.
Tic, tac, tic, tac….. El tiempo va pasando.
¡Que no llego a la presentación! Os dejo. Hasta la semana que viene.
Sira Q.