Malos tiempos para el PP en Pozuelo: De 1.500 afiliados, solo 219 se han apuntado para votar en las elecciones a la presidencia regional. Un artículo de Pepero Pozuelero
Según ha informado el propio PP en un comunicado reflejado en este periódico, los municipios de la Comunidad de Madrid han aportado 7.141 inscritos en el proceso de elección de candidatura a la Presidencia del PP de Madrid, lo que supone “más de la mitad del número de participantes que podrán elegir por primera vez a su presidente mediante el sistema ‘un militante, un voto’”.
Pero, de esos 7.141, solo 219 son de la Agrupación de Pozuelo de Alarcón. Muy pocos. Una cifra preocupante ya que Pozuelo, aunque es la tercera ciudad en aportación de inscritos a esta elección, detrás de Torrejón de Ardoz y Móstoles, es una Agrupación en la que hay inscritos 1.800 afiliados.
En realidad, son algo menos si quitamos a las personas que han fallecido o se han borrado pero nunca menos de 1.400-1.500 afiliados totales. Y si, de estas cifras, solo se apuntan a votar 219, mal andamos. Sobre todo si pensamos que, de esos 219, hay 180 cautivos. 180 afiliados obligados a inscribirse porque dependen del Ayuntamiento. Hablo de asesores, eventuales, laborales, etc, etc… y sus respectivas familias, claro.
¿Y estos paupérrimos número qué quieren decir?
Quieren decir que el PP de Pozuelo no funciona, algo muy grave si tenemos en cuenta que, en esta ciudad, el PP era santo y seña. Pero un PP que, con la llegada de Paloma Adrados a la alcaldía y a la Presidencia de la Agrupación, se ha ido deteriorando hasta llegar a estas cifras ridículas por mucho pecho que quieran sacar.
Adrados no se preocupó del partido porque siempre lo consideró algo obligado y que el cargo de alcaldesa tenía que asumir. La verdad es que tampoco le gustó el cargo de alcaldesa porque lo consideraba menor para su alcurnia política pero el caso es que funcionaba por el método político del miedo. Miedo a que se le crease problemas al PP de Madrid. Ni por causa del partido ni por causa del Gobierno. Pies quietos, que diría el Capitán Possuelo. Y la Agrupación fue languideciendo.
Si a eso unimos la elección de un Enrique Ruiz como secretario general ya tenemos el dúo de la canción del olvido. A Enrique solo le preocupaba crecer políticamente en Madrid y el PP de Pozuelo solo le traía problemas con Adrados. Y Enrique tampoco quiere problemas.
En esta situación, la Agrupación bastante ha tenido con mantener abierta la sede de la Vía Dos Castillas.
El PP de Pozuelo se ha quedado antiguo. Tan anticuado como sus dirigentes, algunos con 16 años en el cargo. Tan anticuado que no ha evolucionado nada. Sigue funcionando como funcionaba hace seis o siete años o, tal vez, más.
En su sede no se lleva a cabo ningún debate, ni ninguna actividad cultural o política y se sigue convocando alguna vez al mes a los afiliados, a última hora de la tarde y más para que escuchen a alguien con quien Adrados quería quedar bien o para organizar el trabajo en tiempo electoral. Para esto último es para lo que se quiere al afiliado.
El afiliado del PP de Pozuelo nunca participa en anda. Se da por hecho que bastante tiene con ser del PP y lo que tiene que hacer es obedecer. Y ese uso y abuso ha conseguido que los militantes vayan abandonando la ilusión de hacer algo por Pozuelo.
Si a todo esto unimos la inactividad política llevada a cabo por Adrados desde la alcaldía o la falta de talento político de Quislant en estos momentos, ya tenemos la justificación del escaso número de 219 inscritos para votar. Posiblemente, el techo del PP pozuelero actual, lo que no deja de ser una pena.
Y esta es la realidad se venda como se venda.
No sé quien vendrá a sustituir a Adrados. Posiblemente, si no lo remedia Madrid, será Susana Pérez Quislant, que no hace otra cosa que trabajar para serlo. Mala cosa porque habremos salido de Málaga para entrar en Malagón.
Pero esta será la última oportunidad del PP de Pozuelo. O se renueva o perderá la mayoría absoluta y entonces vendrá el llanto y el crujir de dientes.
Pepero Pozuelero