Otra broma de mal gusto: Carmena se ve obligada a pedir más voluntarios tras el colapso en el recuento de unos votos sin custodia policial ni seria
El Ayuntamiento de Madrid está desbordado por la respuesta vecinal a la primera consulta popular puesta en marcha en la capital, que ha superado con creces las previsiones más optimistas del equipo de Manuela Carmena. Tanto es así que el Área de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto se ha visto obligado a hacer un llamamiento para pedir más manos que colaboren en el escrutinio público que desde el lunes se está celebrando en el Matadero.
El recuento se trasladará este miércoles de la Nave de Terneras a la Cineteca, de las 9.00 a las 22.00 horas. La primera estancia sólo se había reservado para dos días, que era lo que se estimaba que duraría la apertura de las papeletas recibidas por correo postal y las recogidas en las urnas colocadas en la vía pública y en dependencias municipales, pero sobre la marcha se ha tenido que habilitar un nuevo espacio. El procedimiento para comprobar si los votos emitidos cumplen con los requisitos exigidos podría prolongarse hasta el fin de semana.
La mayor dificultad a la que se enfrentan los alrededor de 100 voluntarios que de momento están participando para cotejar si un mismo votante ha emitido su voto por más de uno de los canales de por los que podían manifestar su opinión sobre los diferentes asuntos planteados. Además, se tiene que comprobar en el padrón municipal que se trata de ciudadanos mayores de 16 años y empadronados en Madrid, los requisitos fijados para poder manifestar opiniones.
El proceso está supervisado por funcionarios municipales y coordinadores de las personas que de forma altruista comprueban las papeletas físicas, tanto las depositadas en las urnas -que ya fueron contabilizadas el lunes- como las enviadas por correo tradicional.