Se acaba el extraño caso de la Asamblea: La diputada popular González Moñux vuelve a votar y el portavoz del PP Enrique Ossorio retira su demanda contra ella
El «caso Moñux», que afecta a una diputada de baja por depresión que no acude a las votaciones desde octubre y cuyo voto es imprescindible para aprobar los presupuestos, está a punto de cerrarse: la interesada telefoneó el viernes al portavoz del Ejecutivo autonómico, Ángel Garrido, para indicarle su intención de emitir un comunicado público explicando que volvería a votar porque «es y se siente del PP». Garrido proponía: «Esta semana es el momento de acabar con los procedimientos en curso» y cerrar el asunto.
En su partido se ha lanzado un suspiro de alivio tras estas declaraciones; muchos temían el desenlace de un conflicto que comenzó con la denuncia de la diputada, Elena González-Moñux, contra el portavoz del grupo popular, Enrique Ossorio, por acoso laboral. Denuncia que el juez ha archivado, y que ella recurrió, al tiempo que Ossorio planteaba una querella por sentirse injuriado.
La presidenta Cifuentes se alegraba ayer de que González-Moñux planteara su «intención de reincorporarse de manera paulatina» a sus obligaciones. Insistió en que «lo importante es que se recupere; lo demás es accesorio».
Ángel Garrido, que hizo una vez más de «apagafuegos», aplaudió que la diputada «haya antepuesto el interés del PP y del conjunto de los madrileños a su situación de enfermedad».
Negó que se hubiera producido pacto alguno con ella a cambio de su vuelta a la ortodoxia: «No hay pactos entre compañeros». Sí apuntó la conveniencia de que «esta semana» se cerraran los procesos en curso -recurso de la diputada al archivo de su denuncia, y querella de Ossorio-. El diputado popular mostró su disposición a atender disciplinadamente -«como siempre he hecho»- lo que el partido le pida.