Lady Gaga, su grandioso espectáculo, su ropa interior y otras anécdotas de la Super Bowl
Lo que más le gusta a Lady Gaga es ser la protagonista de la fiesta. Por eso este lunes es feliz: está en todos los titulares. El estadio de la Super Bowl vivió con su actuación electrizante los momentos más curiosos de la velada. Sus saltos al vacío y los 300 drones que dibujaron estrellas a sus espaldas hicieron las delicias de los cientos de millones de espectadores que en todo el mundo asistieron al espectáculo de la gran final de la Liga Nacional de Fútbol Americano.
La cantante se había comprometido con sus fans a que daría un concierto “interesante y emocionante” y que defendería la igualdad y la idea de “amor, compasión y amabilidad”, según adelantó la estrella del pop a The New York Times. La cantante realizó una sesión de fotos previa a su actuación sentada en el césped del estadio y las cámaras captaron su lencería color carne. Las redes sociales ardieron con las instantáneas robadas a la estrella del pop.
Lady Gaga comenzó su actuación desde lo alto del estadio NRG de Houston con una mezcla del himno God Bless America, la canción This Land Is Your Land y el juramento de fidelidad a la bandera, un momento muy patriótico cuando el país está casi partido en dos entre los detractores de Trump y los que le detestan.
Un body plateado de manga larga con hombreras, pedrería en líneas verticales y unas botas altas ayudaron a que la cantante de platino fuera más que nunca una estrella entre las estrellas que, literalmente, se movían tras ella. No eran en realidad estrellas sino 300 drones que habían grabado la escena antes del espectáculo real para cumplir con las reglas gubernamentales sobre aviones no tripulados.
Lady Gaga se lanzó a continuación al vacío y, sostenida por cuerdas, comenzó a cantar desde una torre su éxito Pokerface, dando volteretas y saltando en el aire antes de bajar al escenario en medio de los fuegos artificiales.
Un momento muy especial se vivió cuando abrazó a una joven afroamericana del público mientras cantaba Stay, el último verso de su Million Reasons, que interpretó al piano mientras el estadio se iluminaba con farolillos anaranjados.
Para cantar su mítico Just Dance vistió una chaqueta dorada muy punky, con pinchos en las hombreras. Otro cambio de vestuario llegó casi al final, cuando quiso homenajear al fútbol americano con un top blanco con hombreras gigantes y braga plateada juego con su pelo mientras Bad Romance atronaba el estadio.
La apoteosis llegó cuando al grito de “¡Super Bowl 51!”, Lady Gaga lanzó su micrófono al público y cogió un balón que le lanzaron justo antes de saltar al vacío desde una plataforma.