Revuelo en el Ayuntamiento por un artículo sobre el conspicuo Roberto Fernández e indignación en medio Pozuelo por una entrevista a la insigne Susana Pérez
Creo que el jueves hubo revolución en el Ayuntamiento. Manolo me llamó y me dijo, “cuantas verdades se mantienen ocultas sobre ese personaje (Roberto Fernández) entre los muros y los coches municipales! ¡Cuantas!”. Y no veáis cómo me alegro.
Y es los funcionarios saben muchas cosas que solo en corrillos cuentan. Los peperos repetidores saben muchas más, pero son cobardes y callarán. Y algún que otro directivo conocía bien a Roberto Fernández. Era íntimo amigo suyo y está en la Casa gracias a él. Conocía sus fechorías. Y todo lo que calla es lo que protege a Roberto Fernández. Y ahí sigue. Es un superviviente que nunca ha contado la verdad. Isabel Pita tiene un talón de Aquiles. Algún día alguien lo encontrará y dañará a la Concejala que mejor me cae. ¿Por qué se sigue arriesgando?
Manolo me dijo que sintió vergüenza ajena. Y que le pareció valiente el artículo de Yolanda Estrada. Pero que se ha quedado corta. Muy corta. Él está seguro que ella sabe muchas cosas y que calla. Yo también dudo que haya contado todo. Pero mi Capi me ha dicho que lo hará. Yo confío en mi Capi y sé que mi compañera hablará donde tenga que hablar y cuando tenga que hacerlo. Mientras, esperaremos.
Reconozco que no llegué a conocer a Roberto Fernández, pero sé que le conocían en la zona del pueblo por muchos motivos y ninguno bueno. Maite me confesó que al principio era encantador, pero qué empezó a llegar en un estado lamentable al Ayuntamiento. Que se rumoreaba cosas feas de él. Muy feas. Recordó que Sepúlveda se lo quitó de en medio y que trajo al que fue el siguiente Concejal de Hacienda para vigilarle. Era vox populi. Maite me dijo que Roberto hacía lo que le daba gana. Metió en el Ayuntamiento a amigos personales suyos, sin formación muchos de ellos. Metió a familia política suya, que salió corriendo de la casa. Y que gracias a él, José Luis Sansegundo, el interventor, llegó al Ayuntamiento. Silencio.
La verdad es que escuchando y leyendo sobre este hombre, como le dije a Luis, ¿que habrá de verdad y mentira en todo esto? Luis me dijo que la verdad siempre sale, tarde más o menos, pero sale. A ver si mi marido lleva razón. Ojalá sea verdad quienes describen a Roberto Fernández como esa pesadilla que sufrió Pozuelo, porque a mí, sinceramente, Jesús Sepúlveda me pareció un buen Alcalde.
Y claro, como las comparaciones son odiosas. El viernes estaba en la tienda y escuché el programa de Ely Del Valle, con tal sorpresa que entrevistaron a Susana Pérez Quislant. Casi me pincho con la aguja. No pude dar ni una puntada en esos casi diez minutos de propaganda gratuita a la peor representación institucional que hemos tenido en Pozuelo.
Empezó mal la accidental alcaldesa. Decir que Pozuelo está a 12 km de Madrid es demostrar que no se conoce mi pueblo y que se ha empollado en diez minutos lo que otros forasteros han escrito sobre él.
Querida Susana, Pozuelo no está a 12 km de Madrid. Mi pueblo tiene un Avenida donde una parte es Madrid y otra Pozuelo. Es decir, son milímetros lo que nos separa. No km. Pero en la Ampliación de la Casa de Campo, en la Colonia de los Ángeles o en la calle Peñalara o zona Hipercor pasa lo mismo. Pero, claro, no podemos pedir peras al olmo.
A partir de ahí, la entrevista-reportaje de la mano de la gran amiga de su madrina política, Esperanza Aguirre, fue una lectura impostada de sentimientos sobre mi pueblo.
No voy a entrar en las valoraciones que esta forastera venida a Pozuelo ha dicho sobre los pozueleros metiendo la pata una y otra vez. ¿Recordáis cuando dijo que los que venían a vivir a Pozuelo, como ella, querían más a Pozuelo que nosotros? Los de toda la vida. Ya dejé constancia de mis palabras ante tal burrada. Pero es que, ha vuelto a hacerlo. Resulta que nuestra Alcaldesa (accidental) ha declarado públicamente que los pozueleros de toda la vida son los que viven en zona del pueblo. ¡Toma ya! Y se quedó tan a gusto.
Me fui a casa enfada. No vivo en la zona del pueblo. Y soy pozuelera de varias generaciones. Me encantan los parques de mi pueblo. Voy a Fuente de la Salud y a Cárcavas con Tobby, mi prima y Manolo. Me pateo el Pueblo, la Estación, la Finca, la Cabaña y el Parque Forestal. Todos mis amigos pozueleros viven fuera del perímetro del pueblo y algunos, por imposibilidad económica, se marcharon fuera de Pozuelo.
Pero, ¿qué dice esta mujer? No se entera de nada. O simplemente quiere justificar que ella ha alquilado un piso en esa zona, la del pueblo, meses después de ser “designada” accidentalmente Alcaldesa y así se quiere sentir más pozuelera que nadie. Evidentemente, a Pozuelo tiene mucho que agradecerle. Su sueldazo desde hace más de seis años. Pero poco o casi nada ha dado a Pozuelo esta mujer.
Lo más gracioso es que Susana Pérez hace que me sienta ridícula. Escuchar sus palabras en relación al mercadillo de Pozuelo. “Lo mismo compras naranjas, que un bolso…”. Patético.
Se lo conté a Luis indignada y me dijo que para que la escucho. Él siempre quitando hierro al tema. Es su carácter y yo lo agradezco. Lo peor es que la periodista radiofónica dijo que iba a subir la web del Ayuntamiento a sus redes sociales. Y casi caigo de la silla. Ely Del Valle no se ha enterado aún que no hay un uso más sectario y partidista que esa web que ella va a darle publicidad. Lo he dicho muchas veces. Con el dinero público no dan la información que interesa a los ciudadanos. No os equivoquéis. Dan la información que interesa a Susana Pérez Quislant. Si no, entrar en los medios de comunicación locales y buscar El Correo de Pozuelo, el diario digital más leído en Pozuelo. No estamos. ¿Por qué ? Porque no bailamos el agua a la peor Alcaldesa que ha tenido nuestro pueblo.
Me fui a dar un paseo con Tobby y mi prima. Y, por fin, nos reímos un rato. Paqui me dijo, ” Sira, ¿te diste cuenta que solo mencionó a una concejala y cuando quiso agradecerle lo bueno de su trabajo la comunicación sufrió interferencias?”. Se trataba de la culta Mónica García Molina. Lo reconozco. Nos reímos. Mucho. Las ondas pueden soportar paripé y propaganda barata. Pueden soportar la lectura a toda pastilla de los “encantos” publicados en Wikipedia de mi pueblo. Pero, evidentemente, no pudieron soportar la vergüenza de retransmitir las palabras de agradecimiento hacia la concejal del millón de euros. La forastera e inculta. Esa a la que seguimos manteniendo todos los pozueleros gracias a los impuestos que pagamos los vecinos de Pozuelo.
Y después de la risa, nos miramos. ¡Claro que Pozuelo merece la pena! No solo sus parques, sus restaurantes. También su gente. Su historia. Sus empresas. Sus tradiciones. Sus arroyos. Su situación. La oferta educativa que tiene. Los campus universitarios. Tantas cosas que no sabe esta mujer que hace me avergüence de todas y cada una de sus palabras. Tanto que algunos seguiremos escribiendo y contando lo que sabemos para que nunca vuelva a repetirse políticamente la peor representación municipal de los últimos 40 años. Cualquiera pudo haber dicho lo que ella leyó o recitó de memoria, pero ella es, aunque haya sido accidental, la Alcaldesa de mi pueblo. Un poco más de sentimiento, de conocimiento y de hechos, ¿no?
Sira Q.