A propósito de Alvaro Spottorno y las extrañas decisiones de la alcaldesa Quislant respecto a los nombres de las calles de Pozuelo. Un artículo de lector que firma Juan G. G.
Acabo de leer el fantástico artículo de Tono Rueda en El Correo. Un artículo lleno de sensatez y cordura y quiero expresar mi opinión sobre el tema, aprovechando la invitación y las facilidades que dan ustedes para poder hacerlo.
Empezaré diciendo que era votante del PP pero ya no lo seré más. No podía imaginarme, hasta que empezó a publicar este periódico, las cosas que suceden en este pueblo. Yo creí que aquí no pasaba nunca nada pero, desde hace un año, aproximadamente, que soy lector de El Correo, no dejo de sorprenderme cada día de lo que sucede en este plácido pueblo. La mayoría de las veces por omisión. Es sorprendente comprobar cómo los concejales del PP dejan que la vida siga. Ahora entiendo por qué nunca pasaba nada en Pozuelo.
Es tan absurdo todo que la alcaldesa Susana P. Quislant solo toma iniciativas políticas menores. No quiere líos y, como no quiere líos, no se mete en ningún lío.
Ahora, según he leído al que fuera concejal de la extinta UPyD Tono Rueda, la alcaldesa quiere dedicar un parque (creo que un parque de juguete en Húmera que todavía no está hecho) a un concejal de la anterior legislatura que se mató en un accidente de moto, un chico joven llamado Álvaro Spottorno. Recuerdo cuando pasó perfectamente.
No entiendo a Susana P. Quislant porque, mientras el PP lucha en Madrid porque no se politicen los nombres de las calles cambiándolos, la alcaldesa de Pozuelo ya lleva cuatro cambios en apenas quince o dieciséis meses de legislatura y, con éste de Spottorno, ya serán cinco. Y todos políticos o casi. Miguel Ángel Blanco es político, EEUU de América es político, el de Benedicto XVI es casi político, el de Miguel de la Quadra Salcedo es casi político y, ahora, el de Álvaro Spottorno también es político.
Pero ¿quién fue Álvaro Spottorno para que el Ayuntamiento de Pozuelo le dedique un parque por ridículo que vaya a ser?
Dice la alcaldesa Quislant que quiere dedicarle el nombre de este parque a Spottorno “para que siga vinculado a Pozuelo de Alarcón y tenga así una parte del futuro que no pudo alcanzar al irse tan pronto”. Y me vuelve a sorprender que diga esto porque Álvaro era forastero. Era concejal paracaidista de Pozuelo y apenas llevaba un año en esta ciudad. Ni siquiera vivía en Pozuelo. Por lo tanto, su relación con este pueblo era escasa.
Entre 2008 y 2011, Álvaro Spottorno había desempeñado los cargos de asesor de la Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deportes y Portavocía del Gobierno de la Comunidad de Madrid. También había sido asesor del vicepresidente de la Agencia Informática de Comunicaciones de la Comunidad de Madrid. Luego le mandaron a Pozuelo con 30 años.
Dice la alcaldesa Quislant también que el objetivo de la moción es rendir homenaje y recordar al joven político fallecido a los 31 años en accidente de moto cuando regresaba a casa tras participar como titular del área de Juventud en las fiestas patronales de San Gregorio de Húmera. Señora, tarde terminan las fiestas de San Gregorio porque eran las seis de la mañana cuando Spottorno tuvo el accidente.
Extrañamente, hubo dos versiones de aquel accidente. Dos contó la alcaldesa Adrados. Al final, se impuso la evidencia de los atestados. Pero no hubo explicación de las causas de su muerte. Hubo un silencio extraño sobre ello. No se conoció la autopsia. O, al menos, no se hizo pública.
¿Qué busca, entonces, Susana Pérez Quislant con este homenaje a este muchacho, cuando han pasado cuatro años y medio de su muerte? Esta señora no hace nada sin pensar en política
Cualquiera sabe. No quiero pensar que sea una nueva búsqueda de conexiones políticas. En cualquier caso, imaginarlo es fácil.
Dice Tono Rueda que sería mejor dejar el recuerdo de Alvaro Spottorno para sus seres queridos. Y lleva razón. Ese sería el mejor homenaje.
También dice que, en Pozuelo, hay muchas personalidades a las que homenajear. Y vuelve a llevar razón.
Muchas gracias.
Juan G. G.
Alvaro vivió en Somosaguas varios años antes de ser Concejal de Pozuelo. Sus tíos también viven allí. No era un paracaidista.
Sólo trabajo por el pueblo un año y medio, èl hubiese querido seguir más. Otros ni eso.
De su muerte, si no las sabes, ten al menos un poco de respeto por los difuntos.
Muchas gracias por su participación. Saludos