Esperanza Aguirre fuma en pipa tras enterarse que la alcaldesa Quislant paga la sede, en el Complejo MIRA, de la empresa que ha montado la radio de Carmena (vídeo)
Tenía que pasar y ha pasado. Esperanza Aguirre se tenía que enterar y se ha enterado. Y está que fuma en pipa al saber que la alcaldesa Quislant paga la sede de la empresa que ha montado la radio de Carmena en el Complejo MIRA. No les cobra. Paga su mantenimiento. Por una parte, el mantenimiento del despacho que tienen en el Teatro y, por otra, el mantenimiento del estudio de radio que tienen frente a la Sala de Exposiciones en el Espacio Cultural.
Yo también fumo en pipa y la oposición debería hacerlo también porque es una vergüenza. El abuso, que un personaje llamado Jorge Álvarez, ha hecho del Complejo MIRA es un escándalo. Y el consentimiento del Quislant, más aún.
Lo denuncié a principio de 2015. En aquella época ya denuncié que este autoproclamado presidente de una inexistente Academia Española de la Radio era un caradura importante. No era nada. Sólo uno de tantos técnicos de la radio española que habían sido puestos en la calle tras el cierre de una emisora. Pero como Álvarez es un tipo listo, montó una academia de radio. La Academia Española de la Radio para ganarse la vida dando unas clases a jóvenes soñadores. De la radio sabe poco. Sabe de técnica. Y no creo que mucha. Pero es listo como el hambre.
El caso es que, con el nombre de la academia, había descubierto la pólvora. Tanto, que montó un chiringuito maravilloso. Elevó su academia de barrio a Academia Española de las Artes y las Ciencias Radiofónicas y se dispuso a buscar subvenciones.
Luego se dio cuenta de que había ido muy lejos y le quitó lo de las Artes y las Ciencias. Lo dejó solo en Academia Española de la Radio.
Esta autodenominada Academia Española de la Radio y su presidente vitalicio Jorge Álvarez, solo con este nombre, lió a profesionales y a entidades privadas y públicas. De hecho tiene convenio con el Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón que se renueva cada dos años, aunque la última renovación ha sido de un año, por la que el Consistorio pozuelero le cede gratuitamente dos locales en el complejo MIRA. Qué tío más listo. Y construyó unos estudios de radio que se pagaron con una subvención de la Comunidad de Madrid de unos 60.000 euros.
En el Convenio con el Ayuntamiento de Pozuelo existe una cláusula por la que el Gobierno le cede gratis el gran MIRA Teatro para que el susodicho Álvarez juegue a entregar sus premios y parezca que hace algo a favor de la profesión radiofónica. Más cara que espalda.
Los actos de esta Academia, en el Complejo MIRA, han sido una exposición de viejas radio (supongo que sería la de Luís del Olmo), dos radio teatros y una vez al año la entrega de premios. Lo hizo en 2010, 2011, 2013, 2014 y 2015. En 2012, no hubo premios. No consiguió pasta. Tampoco en 2016. Tampoco pudo conseguir dinero y ya, además, no quería levantar sospechas porque Jorge Álvarez ya había liado a Manuela Carmena y le estaba montando la radio pública del Ayuntamiento de Madrid.
Cómo es natural, en aquel momento, exigí como profesional de la radio y como contribuyente de Pozuelo que se acabase con aquel escándalo. Pero no se acabó. Vinieron las elecciones y pasó lo que pasó.
Hace unas semanas, volví a contar que la persona que estaba montando la radio de Manuela Carmena era Jorge Álvarez.
El egocentrismo de este personaje le llevó a dar la cara. Jorge no ha sido nada en su vida y menos en la radio pero le encanta aparentar y apareció en un vídeo. Error.
Yo dije: El responsable técnico del proyecto M21 Radio es Jorge Álvarez, viejo conocido del Gobierno de Pozuelo, porque consiguió liarlo con aquella fantasmagórica Academia Española de la Radio que estaba en el complejo MIRA. Nadie me hizo caso. Ni siquiera la oposición. Es normal.
Pero internet rueda y rueda, y entre unas cosas y otras, el tema ha llegado a Esperanza Aguirre y, me cuentan, que echa humo… El PP está siendo el colaborador necesario del arma de difusión ideológica de Carmena…
Ay, Susana Pérez Quislant… Ay, Mónica García Molina… Qué mala suerrrrrte…
El Capitán Possuelo