Joven inventor regala prótesis impresas en 3d
La noticia no es actual, saltó al escenario mediático el pasado año 2015, pero hay informaciones que merecen trascender esa supuesta condición tan imprescindible llamada actualidad y hacerlas resplandecer hoy y todos los días con el brillo de una supernova. En el digital argentino unosantafe (http://www.unosantafe.com.ar) se reproducía una entrevista con ese fantástico chaval argentino de 20 años llamado Gino Tubaro, en la cual, entre otras cosas, relataba su primer “trabajo” en este campo: crear una prótesis con una impresora en 3D para Felipe Miranda, un chico de 11 años que nació sin los dedos de su mano izquierda.
“Ahí empecé a ver que a “Feli”, le servía. Y como estas prótesis nosotros las regalamos, el agradecimiento que te da la persona que las usa es mucho más satisfactorio incluso que la plata. Es una buena motivación, darle una mano a alguien que por ahí durante muchos años no la tuvo y gracias a ella esta persona puede hacer un montón de cosas”.
De momento, Gino dice tener más de mil peticiones pendientes. Y los requisitos son fáciles de cumplir: “Lo que hace la gente es cargar sus datos, y nos encargamos de entregar una prótesis, o sino los planos en 3D para que la puedan imprimir. Estas prótesis se entregan gratis, porque si un chico de cinco años necesita una mano, seguramente va a tener que comprar una prótesis a los cinco, una a los seis, otra a los siete años y salen por mucho dinero. Son super caras y entonces lo que nosotros hacemos es imprimirlas en 3D y en un par de horas están listas”.
Por cierto, añadamos un interesante comentario de Gino: Cuando el periodista le pregunta si reciben subvenciones oficiales, dice que sólo cuentan con aportaciones voluntarias de personas y colectivos. “Trabajamos con el Estado en un comienzo, pero después decidimos no hacerlo más, porque no me interesaba que las cuestiones políticas y demás fuesen aplicadas a este tipo de necesidades”. ¡Qué pronto se ha dado cuenta este chaval de lo escasamente fiables que son los políticos!
Sí, porque si algo útil podrían hacer los gobiernos es promocionar ad infinitum a esta clase de individuos bondadosos, solidarios y compasivos. Actos públicos, imposición de medallas al Humanitarismo, entendido como “la capacidad para sentir afecto, comprensión o solidaridad hacia las demás personas”.
Como dijo en una de sus memorables frases el cantautor Facundo Cabral, “Si los malos supieran que buen negocio es ser bueno, serían buenos aunque sea por negocio”.
¡Eh, un momento! ¿Cómo que ser bondadoso es un buen negocio? La muerte de Facundo Cabral, a quien la Unesco declarara en 1996 “Mensajero mundial de la paz”, y que fue asesinado a mano de unos criminales el día 9 de julio de 2011 en la ciudad de Guatemala, parece oponerse directamente a semejante afirmación. Y la opinión popular hacia la gente buena, externamente es laudatoria, pero en privado no lo es tanto: “Este ya no es que sea bueno, es que es tonto”; “Quien más pone, más pierde”; etc, etc.
Muchas religiones nos han dicho que practicar la bondad no es sólo un acto provechoso para nuestros semejantes, sino, y sobre todo, para nosotros mismos. Pero ¿hasta qué punto? “No saber mostrarse bueno con los malos es una prueba de que no es uno bueno del todo”, decía san Francisco de Sales. Y en el El Metta Sutta, o enseñanzas del Buda sobre la Bondad se dice “Debemos proteger a todos los seres vivos irradiando amistad hacia el mundo entero. Difundiéndola hacia arriba hacia los cielos, y hacia abajo en lo más profundo. Alrededor y sin límites y libres de odio y de mala voluntad.”
Pensemos por un instante: ¿En qué nos convertiríamos si fuéramos capaces de olvidar todos nuestros rencores, nuestros temores, nuestras envidias y nuestros resentimientos, “libres de odio” y pudiendo así “irradiar amistad hacia el mundo entero”?
¿En qué? Ni más ni menos que en seres libres. Como lo es Gino, quien actualmente estudia Ingeniería Electrónica, pero hace poco reconocía que “Si no puedo estudiar porque estoy ayudando a alguien, voy a seguir haciendo prótesis”. Es decir, se siente libre para anteponer al éxito social y económico la misión para la cual se siente llamado.
Gino Tubaro: Un admirable ejemplar humano que hace realidad aquella otra frase de (sí, otra vez) Cabral: “El bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruya hay millones de caricias que alimentan a la vida.”
Adelante, Gino. La tarea que tienes por delante… manda huevos. Porque según tú, nada más hay “12 millones de amputados en el mundo, de los cuales más del 50% tienen condiciones malas de salud. Todas esas personas no tienen una prótesis.”
Y bueno, ya nos dijo Lao-Tsé: “Un viaje de mil millas comienza con el primer paso”.
Abelardo Hernández