Razones por las que Pablo Gil entró en la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo y por qué quedó, finalmente, en 5º lugar
Y con el número 5 de la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo… Pablo Gil
Lo de Pablo Gil en este primer año de la legislatura ha sido una carrera de despropósitos. No subió más arriba en la lista porque los puestos importantes estaban pillados y le era muy difícil subir. Pero se ha pasado el año haciendo méritos para estar arriba-arriba.
Parece mentira que un tipo que lleva ya 13 años de concejal no sepa hablar en público (pero nada de nada, ya que ni siquiera construye bien las frases) y no haya ido, en todo este tiempo, a un logopeda para que le corrija esa voz de pito que tiene… De verdad, no hay quien lo entienda… Y lo digo sin acritud.
No se entiende que un concejal que dentro de tres años será un chico de oro (concejal del millón de euros, que dice El Capitán) no haya intentado, al menos, corregir esos dos grandes defectos como político.
Sus intervenciones en los Plenos eran patéticas. Entre Gil y Sampedro no tengo claro quien lo hace peor.
Dicho esto, comentar que Gil, salvo en un par de semanas, siempre ha estado en los puestos de arriba de esta deshonrosa lista y que, en parte, se debió a su actividad como concejal de Obras. Su actuación en el tema de las viviendas Coca y en el asunto del Foro Cívico fue penosa. Y lo que es peor, altanera. Pablo Gil se ha descubierto, este año, como un concejal altanero. Soberbio.
Dicen, en su defensa, que pone mucho interés en todo lo que hace y es posible que sea cierto. Sus enemigos dicen, en cambio, que es un bien mandado.
Dicen también que trabaja mucho. Sus enemigos dicen que trabaja cuando le mira la alcaldesa.
Pablo es uno de los concejales que más levantó la voz contra el nombramiento de Quislant. Incluso, dicen que, al principio, se galleó en algún momento. Ahora no es nadie. Solo se dedica a olfatear un rincón al que pueda saltar cuando deje de ser concejal de Pozuelo.
Una pena.
Sira.