El infierno del cantante Luis Miguel: recluido, enfermo y abandonado
El mexicano podría estar viviendo el ocaso de su carrera. Los problemas de salud, los conflictos legales y su incapacidad laboral han provocado que la figura del artista se deteriore hasta tal límite que su círculo íntimo se niega ya a salir en su defensa.
“Luis Miguel, eclipse de un sol”, titulaba la versión de agosto de la revista Vanity Fair en México. La publicación ahondaba en los serios problemas que está sufriendo el cantante, entre los que se encuentra su posible adicción a las drogas.
Durante el reportaje, personas que antes formaban parte del círculo íntimo del artista y claves en su meteórica carrera comentaron la difícil situación de Luis Miguel. José Quintana, quien dirigió la compañía productora de discos Warner en México cuando era el sello disquero del artista, explicó: “No sé si voy a cometer un error pero lo voy a decir de cualquier manera. A mí me parece que cuando Luis Miguel empezó a producirse él mismo fue cuando empezó a decaer su carrera. Pensó que con los músicos de su banda, con canciones que aparentemente eran bonitas era suficiente. Y no siempre la suerte está de tu lado. Dejó de guiarse por la gente que sabía de música y de composición que lo llevó al éxito. Pero él solo no tiene el nivel”.
Arturo Velasco, productor de uno de los primeros conciertos del artista y también muy cercano a él, reveló el su extraño cambio: “Él rompió con mi papá mucho después de la muerte de su padre (Luis Rey). Con mi papá se formó una relación paternal y de un día a otro lo desconoció. A todos sus amigos los ha matado de su vida. La gente más cercana? ha acabado con ellos. Algo anda mal en su vida, ya llegarán las facturas”.
Por su parte, su ex esposa, la actriz Aracely Arámbula, también ha decidió dar su opinión. El 21 de julio lanzó su primer ataque al cantante cuando compartió una imagen de un regalo que sus hijos, Daniel y Miguel, habían hecho para su padre. “Eres el mejor papá del mundo cuando vienes a visitarlos”, rezaba la carta. Este hecho convirtió a Luis Miguel en lo más comentado del día en Twitter.
Días después, Arámbula concedió una entrevista al diario El Tiempo, donde habló del comportamiento de Luis Miguel con sus retoños: “Jamás les he hablado mal de su papá, pero conforme pasa el tiempo y él no los busca, creo que ellos ya no lo ven como un padre, porque eso se da en la convivencia diaria”, dijo y añadió: “Él es un padre ausente. Ojalá que si algún día quiere recuperar el tiempo perdido, no sea demasiado tarde”.
Antes de estas revelaciones, medios mexicanos como Televisa alertaron sobre la adicción al alcohol del artista. Sus adicciones se han unido a un trastorno llamado “tinnitus”, el cual genera sonidos o golpes en un oído del cantante. “Es una situación complicada. Tienen que pensar que yo empecé con 9 años esta carrera: con la música, los decibelios, los conciertos. Son más de 30 años expuesto a sonidos muy fuertes”, explicó el propio Luis Miguel al periódico argentino Clarín a finales de 2015. Además, el cantante sufre de un cuadro de laringitis, según contó su representante.
Todos estos problemas le llevaron a cancelar el tour que recorrería Estados Unidos a principios de 2016. También propiciaron que en marzo pasado postergara todos los conciertos que tenía programados en el Auditorio Nacional del DF. Importantes citas que alertaron a la sociedad de México, desde donde surge la pregunta de si Luis Miguel renacerá de las cenizas o sucumbirá sin salvación.