Segunda crónica del Pleno de julio en el que, aparte de perder el tiempo, la oposición se empeñó en hacer preguntas masocas, creadas para recibir leña, y la recibió
Terminaba ayer la primera crónica con los ojos rojos de tanto llorar por Miguel de la Quadra Salcedo. Un gran hombre, sin duda. Y qué bonito nos lo contó Andrés Calvo Sotelo. Qué tío. Vaya dominio del relato. Si es necesario que le pongan una calle y una plaza.
Creo que en el debate de esta innecesaria moción, solo Unai Sanz estuvo acertado. Fue el único que se apartó de la apología y puso algo de cabeza en el tema. El Gobierno debería reflexionar este verano sobre las mociones absurdas que presenta al Pleno porque dicen mucho de su capacidad política. No es necesario perder el tiempo de esta manera. El Pleno de ayer duró 3 horas y 2º minutos, oiga.
Y, con la nariz sonada y los ojos secos gracias a clínex del BBVA, que fue quien realmente sostuvo y sostiene la Ruta Quetzal, pasamos a una moción interesantísima para los funcionarios del Ayuntamiento: La Carrera Horizontal. Para casi 900 personas (algunas ni viven en Pozuelo) se montó una moción que, aparte de no entender ni papa de lo que allí se debatió, resulta que ni siquiera es para 900 trabajadores ya que, al final, la COSA era opcional.
Un tema muy respetable y muy interesante para los trabajadores del Ayuntamiento pero que se debatió políticamente en lugar de hacerlo sindicalmente. Y una vez debatido con los sindicatos, con el acuerdo, venir al Pleno a la Sección Resolutiva no a la Sección de Impulso Político…
Creo que el Gobierno propone estas mociones para distraerse…
-Pablete, en el próximo Pleno hablaremos de la Carrera Horizontal.
-¿De quién? ¿La carrera de quién?
-De los funcionarios.
– ¿Y eso a quien le importa?
-A ellos y a la alcaldesa, que todo te lo tengo que decir… Susana quiere quedar bien en la FMM o en la FEMP… yo que sé… En una de ellas, y hay que llevar el tema al Pleno.
En fin, Pilarín…
Y de oca a oca. De la moción de la Carrera Horizontal a la moción del Catálogo de Casi Todo que presentó el Grupo Municipal Socialista.
Se citaron tantas leyes en el debate que parecía que eran intervenciones de doña Elvira García y de Óscar Campelo. Con tal ley hay que recoger no sé qué y con tal otra hay que recoger no sé cuánto. Y todo importantísimo, eh.
Si hubiesen hecho caso a Maite Pina, desde el principio, nos habríamos ahorrado, el rollo macabeo que nos pegó Adolfo Moreno, por ejemplo. Este concejal está a punto de venir al Pleno con peana para hablar desde ella.
Paloma Tejero estuvo bien. Matizó cosas pero se le nota que está más centrada. Y, tachán, anunció que el PP votaría a favor de la moción. ¿Qué me dices? Lo que oyes, votaremos a favor.
A partir de ese momento, a Bascuñana solo le faltó levantarse y besarla. Beso de colega, claro. Creo que el portavoz socialista dijo ‘Gracias’ diecisiete veces… Bascuñana se auto interrumpía en su discurso para agradecer la votación del PP.
Si hubiesen hecho caso a Pina, insisto… El Catálogo de Patrimonio existe ya. Y, en él, cabe todo. Debatir para nada era tontería. Otra cosa es, ya veremos, que la moción se lleve a cabo. Que eso no es nada fácil. Y, más, después de escuchar a Félix Alba. Puf. Las barbaridades que dijo debo escucharlas este largo fin de semana despacio porque me parecieron muy fuertes…
Maite Pina había preguntado, en una de esas preguntas masocas que hace la oposición para que el Gobierno les atice, por el cumplimiento de las mociones aprobadas. Normal. Alba, que debía estar pensando en sus vacaciones, no le hizo mucho caso. Y Pina se ensaño con él sacándole 14 ó 15 mociones de las que jamás se supo. Pero, con ello, despertó a la fiera oculta que lleva Alba dentro. Tengo que oírlo otra vez despacio, como digo, pero el Primer teniente de alcalde vino a decir que en Pozuelo se hacía lo que decía el Gobierno y no el Pleno y que las mociones no eran más que sugerencias. No fueron esas sus palabras textuales pero ese sentido tuvieron.
Me parecieron tan fuertes, insisto, que las volveré a oír cuando me deje la web del Ayuntamiento. Porque, Alba, si fue así como me llegó, deberías empezar a recoger tu despacho.
Después de esta pregunta con respuesta impresentable, vino la pregunta onanista. Muy graciosa. La hizo Gil a su manera (nadie se enteró de nada) pero lo mejor fue que Mónica García Molina no se sabía la respuesta. Por cierto, que Mónica anda regular en inglés. Creo que debería asistir a las Summer Schools de Ulecia.
La siguiente pregunta del PSOE fue sobre los terrenos públicos que hay junto al colegio Acacias, en la calle Diamante y en donde se va a construir un aparcamiento. Nada. Otra pregunta masoca. Hecha para recibir leña. Y Elena Moreno la recibió. Aunque la desconocida Tejero tuvo piedad.
Después, Adolfo Moreno preguntó, con ese aire de escuchar al mismo tiempo lo que dice, sobre la parada de autobuses de la calle Francia. No tenía sentido. Era otra pregunta masoca. Pasó lo mismo que en la anterior. Tejero, después de darle para el pelo, le terminó diciendo que le hiciere la pregunta al Consorcio Regional de Transportes.
Y ya, para terminar esta serie de preguntas masocas, hechas para recibir estopa, Miguel Ángel Berzal (ayer no fue tu día Miguel Ángel) le preguntó a la loba de piel suave Pérez Abraham por el Premio Reina Letizia. Y como, además, la pregunta estuvo mal formulada, Juana Beatriz se hinchó de darle palos.
Cuando aprenderán que son preguntas trampas. Lo llevo diciendo hace años. Sin duda, la oposición de Pozuelo es masoquista…
El Capitán Possuelo