Es difícil que hoy sea un gran día si buscas trabajo con más de 50 años… Un artículo desgarrador de una lectora llamada Lucía Pérez
Hay una canción de Serrat que dice:” Hoy puede ser un gran día….”, yo la tengo puesta en mi móvil como despertador, para ver si algún día es ése….
Los que ya no cumplimos los 50, lo tenemos difícil cuando hablamos de oportunidades laborales.
Hace cinco años, por el azote de la crisis, tuve que deshacer lo que con tanto esfuerzo había creado más de diez años atrás, deshacer un fantástico equipo de personas que trabajaban conmigo, deshacer un prestigio ganado con trabajo, dedicación y tiempo robado a mi familia, en fin, deshacer mi experiencia profesional.
He leído más de una vez que la experiencia es un grado, sí, estoy de acuerdo, pero solo si aún no has cumplido los 50, más allá de ahí, la experiencia se diluye cara al mundo laboral, y de repente, no existes, te volatilizas, tú y tu experiencia.
Te sientes aún joven, con fuerza, con entusiasmo, por lo menos yo, que me involucro tanto en todo lo que hago. Y buscas empezar de nuevo, integrarte en una empresa, el tiempo de emprender ya pasó y dejó su huella, esa página está cerrada.
Y llega el día soñado en el que por fin alguien te da una oportunidad en un sector nuevo para ti…y ¿en qué consiste? En poder integrarte en una empresa como autónomo, sin sueldo y a comisión de la facturación que consigas… madre mía…qué bien les ha venido la crisis a algunos…para que luego venga Rajoy y diga que el empleo que se crea es de calidad….en fin, pero ésa es otra reflexión.
Y aun así, te sientes agradecida, no deja de ser una oportunidad, para alguien que ya no cumple los 50.
Sabes desde el primer día que no va a ser tarea fácil, que te vas a tener que esforzar mucho, pero no te asusta, ya has tenido que luchar mucho en tu vida, y como decía antes, te sientes aún joven y con fuerzas.
El hecho de ser autónomo se olvida desde el primer día que traspasas la puerta y pasas a ser un empleado, con todas las desventajas y ninguna de las ventajas…te exigen igual que si cobraras todos los meses, te presionan igual o más que si tuvieras un sueldo, te echan broncas sin sentido, les molesta que te vayas de vacaciones…y te dicen que tienes que estar agradecida por tener un puesto de trabajo…¿un puesto de trabajo? Madre mía…
Y tú, con toda tu experiencia profesional de más de 30 años aguantas porque no tienes a donde ir, porque estás esforzándote por conseguir ingresos durante meses en un sector muy complicado y además desprestigiado, porque todo tu prestigio profesional y tu experiencia anterior ha desparecido, porque eres invisible para el mundo laboral…¡qué triste!
Y llegas a casa todos los días agotada de pelear, pero diciéndote a ti misma, no desfallezcas, que lo vas a conseguir, que tú puedes, que ya verás como pronto vas a ser capaz de conseguir ingresos, tú has sido muy buena profesional en todo lo que has hecho en tu vida laboral, ahora también lo vas a ser, ya lo verás…
Sé que somos muchos de mi edad, e incluso más jóvenes, que están pasando por una situación parecida a la mía en esta época que nos ha tocado vivir.
Lo que ya no sé es, si además, tenéis que aguantar a algún compañero, por llamarle de alguna forma porque no se merecen ese apelativo, que su único objetivo es destacar de los demás, intentar dejarte en evidencia siempre que pueden delante del jefe, y encima tratar de acaparar todas las oportunidades de conseguir ingresos que se presentan, aunque en principio esas oportunidades fueran para ti.
Ese tipo de gente que tiene la habilidad, que para mí no quiero, de bailar el agua al jefe, que si pueden pisarte te pisan, que hoy dicen una cosa y mañana la contraria dependiendo de lo que les interese… esa gente, que no es gente, que son gusanos ….y que duermen de maravilla todas las noches….¿cómo lo harán?
Es decir que, además de ser autónomo y ser tratado como empleado, de no tener un sueldo, de aguantar broncas sin sentido, de que te juegues el “puesto” si te quieres ir de vacaciones más de una semana en Agosto, además de todo esto, tener la mala suerte de encontrarte con una persona así en el equipo, cuando ya no cumples los 50… ojalá algún día sea ese “gran día” con el que me despierta Serrat cada mañana.
Lucía Pérez