Razones por las que Maite Pina entró en la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo y por qué se mantuvo en ella muchas semanas
Comenzamos aquí una serie de artículos en los que iremos comentando y analizando sucintamente las razones por las que diez concejales llegaron a la final de la lista TOP 10 de los peores concejales de Pozuelo que publicamos la semana pasada.
Lógicamente, iremos de abajo hacia arriba. Es lo suyo. Siempre fue así en las grandes listas de la música y no tiene por qué ser distinto en esta ocasión aunque solo sean concejales de Pozuelo de Alarcón.
Comencemos:
Y con el número 10 de la lista de los peores concejales de Pozuelo tenemos a… Maite Pina.
La concejala de Somos Pozuelo estuvo cinco semanas en lista. Las cinco últimas. Lo suyo fue ir creciendo ya que las primeras semanas no apareció.
Compartió los últimos puestos de la lista con Gerardo Sampedro que estuvo tres semanas, dos de Raúl González Andino y una de Elena Méndez Leite.
Tras echar las cuentas, Maite Pina se ganó a pulso estar en la lista. ¿Y a qué se debió, políticamente, hablando si no hizo nada reseñable para ello?
Pues, después de analizarlo, pensamos que, posiblemente, se debió a lo que ella pensó que le beneficiaría. Probablemente, a su unión con Podemos para formar Somos Pozuelo. Los militantes de IU no se lo perdonaron y empezaron a votar en su contra.
Hay que recordar que, en Pozuelo, los votantes de IU tienen su sitio ganado a ley. De hecho, en las elecciones municipales IU obtuvo 1.062 votos. Muchos para haber perdido a Maite que era su líderesa.
Pina fue una precursora de esa unión que tan pomposamente se presentó a las elecciones generales bajo el nombre de Unidos Podemos y que tantos problemas le ha traído a los de Pablo Iglesias.
Pero no solo por eso Maite Pina está en esta lista de los peores concejales de Pozuelo. También pensamos que, con su entrada en Somos Pozuelo, la concejala de izquierdas ha desaparecido. Ya no ha llevado los temas importantes del Grupo en el Pleno y su labor se ha oscurecido. En sus intervenciones apenas mostró su chispa y su importante dialéctica. Parecía triste. Ausente. Incluso, cabreada. Posiblemente, como consecuencia de que Somos Pozuelo no ha sido, al menos en este primer año de legislatura, lo que ella esperaba.
No debe ser fácil convivir con el ego y el protagonismo del portavoz del Grupo Municipal.
También ha debido influir en su talante político el comportamiento tabernario de su jefe de filas. No debe ser fácil defender lo indefendible.
Pero lo peor está por llegar si el juez condena al líder de Podemos en Pozuelo, como presuntamente parece previsible.
Sira