Un policía se atrinchera en un restaurante chino, amenaza con pegarse un tiro por problemas sentimentales y, al final, se lo pega
El inspector de la Policía Nacional, atrincherado en un restaurante de Alcobendas, se ha matado de un disparo en la cabeza en torno a las once de la noche de ayer, después de nueve horas encerrado.
El Policía Nacional, de unos 45-46 años, se encontraba, desde las dos y media de la tarde, atrincherado en un restaurante de Alcobendas con su arma reglamentaria. El hombre llegó como cliente al local, de comida china, situada en la calle del Marqués de la Valdavia, 123.
El agente permitió salir a todos los clientes y empleados del establecimiento y amenazó con pegarse un tiro, para acabar con su vida.
Al lugar acudieron, entre otros efectivos, dos negociadores del Cuerpo Nacional de Policía, un psicólogo y el Grupo Especial de Operaciones (GEO).
Otras fuentes policiales aluden a que llegó antes al local, que había bebido bastante alcohol y que tenía problemas personales, en concreto sentimentales. Por ello, se había despedido de sus familia y de sus allegados a través Facebook, motivo por el cual, dieron la voz de alarma hoy.
Por su parte, el edil de Seguridad de Alcobendas, Luis Miguel Torres, ha confirmado que en los primeros momentos se han producido tres disparos en el interior del establecimiento pero que no hay ni heridos ni rehenes por parte del agente, informa Ep.
Ha explicado también que se ha acordonado la zona y que se trata de que el perímetro de seguridad sea lo más amplio posible para evitar riesgo, aunque la situación está «controlada». El edil ha señalado que al principio ha habido «rehenes», en referencia a los trabajadores, pero luego han salido, por lo que se ha quedado solo en el interior y que luego se ha quedado solo.
Mientras, fuentes policiales han detallado que el agente se muestra «poco comunicativo» con los negociadores desplazados a la zona. Se trata de un inspector destinado en la división de la Formación y Perfeccionamiento de la Policía Nacional y no consta que tenga problemas mentales ni de adicciones.
Al parecer y según las mismas fuentes, se trataría de un problema «personal» lo que ha motivado su comportamiento y entre sus compañeros ha causado «gran sorpresa» el incidente.