Consideraciones en torno a un Día de la Música en Pozuelo que, de nuevo, terminó siendo ‘un quiero y no puedo porque no sé’, improvisado y amateur
En teoría, este fin de semana se han celebrado en Pozuelo dos días dedicados a lo que hace tanto tiempo vengo reivindicando. Desde hace años vengo diciendo que la Cultura y el Medio Ambiente deberían ser las claves de la filosofía política del Gobierno de esta ciudad y, mira por donde, en un mismo fin de semana, el Gobierno les ha dedicado un día a cada una de estas dos maneras de hacer Pozuelo. De buscar su prestigio.
Si no quería caldo, dos tazas. Rara situación, por cierto. Agobiante, incluso.
No voy a hablar de la minicelebración del Día Internacional del Medio Ambiente. Ya lo hice el otro día. No merece la pena volver sobre el tema. Si lo que este Gobierno, encabezado por Quislant y Oria, todo lo que sabe hacer para convertir a Pozuelo en un referente del Medio Ambiente es lo que llevó a cabo ayer en el Parque Forestal Adolfo Suárez, mejor es que siga con la tradición ‘adradiana’ de poner florecillas en las rotondas. Pocas son 43.000 plantitas de flor (que aseguran pondrán), para cubrir todas las rotondas. Madre mía… Qué simpleza.
Hoy, me interesa, la Cultura. La Cultura salvará a Pozuelo. Lo vengo diciendo desde hace mucho también. Y la música es una de sus grandes apuestas. Pozuelo lo tiene todo, y no quiero ser cansino, para ello.
Desconozco la razón (en periodismo se dice la percha) por la que Mónica García Molina decidió dedicar el sábado pasado a la Música. Que yo recuerde hay dos días de la Música pero ninguno coincide con el sábado. El próximo 21 de junio, o sea, dentro de 15 días como quien dice (Y no creo que nadie dijese nada, pese a estar en plena campaña electoral porque las fechas caen donde caen) y otro día de la música es el 1º de octubre, que tampoco está tan lejos si lo que se quiere es hacer algo que merezca la pena sobre la Música. Pero bueno, se decidió que fuese el sábado pasado y bien venida sea la decisión. A más azúcar, más dulce.
¿Y qué tengo que decir de este Día de la Música de Mónica García Molina?
Muchas cosas. Aunque no quiero ser cruel. No. De verdad.
En primer lugar, debo reconocer que está muy bien que se fomente y se haga partícipe a los vecinos de la música. Pozuelo, poco a poco y más gracias a la iniciativa privada, se está convirtiendo en la Ciudad de la Música y eso es importante destacarlo y aprovecharlo. Con lo que, de entrada, no era tan negativo, Mónica, celebrar un día así. La idea está bien. Pero…. (En Pozuelo siempre hay un pero…)
Pero, por favor, que no dé como dio la impresión de ser algo tan improvisado. Venga, vamos a hacer algo por la música.
Siempre pensé que la legislatura de la Olvidable fue la del “Quiero y no Puedo porque no Sé, así que Improviso” y que esa forma de hacer política se había terminado en Pozuelo con su marcha. Pero veo que no. Veo que la legislatura de la Accidental sigue lo mismo. Parece como si los concejales solo hubiesen aprendido lo malo. No lo parece, lo es.
Y es que este Día de la Música en Pozuelo, Mónica, apareció de pronto en el calendario. De pronto, insisto. Escasamente, tres días antes de su celebración. Le faltó difusión.
Es acojonante que en la ciudad donde hay una de las mejores escuelas universitarias de marketing de España, el Gobierno sea tan amateur.
A este Día de la Música en Pozuelo, Mónica, le sobraron actividades para niños. Da la impresión de que, en esta ciudad, solo se vive para los niños. Lo de los talleres para todo es ya cansino. Todo por los niños o los viejos. Parece como si los demás pozueleros no contaran.
A esta Día de la Música en Pozuelo, Mónica, le faltó profesionalidad. Olía a amateurismo que tiraba para atrás. Todo parecía hecho con retales y, desde luego, sin ningún orden y concierto aunque la idea de llevar Pozuelo de música fuese buena.
Y, como siempre, a este Día de la Música en Pozuelo, Mónica, le faltó la traca final. La contratación de una figura, de una estrella, que aglutinara y diera esplendor a la festividad y que la cerrase con brillantez. Faltó un concierto en el MIRA Teatro o en el antiteatro de El Torreón que hiciera que esta fiesta dejase de ser algo de andar por casa.
Podía seguir escribiendo cosas que le faltaron a este Día de la Música pero ¿para qué? No merece la pena. No hay que ver más que las fotos que se están publicando sobre el tema para darse cuenta de la escasa asistencia a los talleres y conciertos.
Pero no te aflijas por la crítica (ya sé que no), Mónica. Es bueno empezar a andar. Y esto que has organizado así lo parece. Pero la próxima vez ponte en manos de profesionales para que te aconsejen y exige que te den dinero para hacer algo que merezca la pena.
La Cultura en Pozuelo es más importante que el aparcamiento ese que van a hacer en La Estación y al que le van a dedicar el oro y el moro pero que se desconoce para cuando lo harán…
El Capitán Possuelo