Todo se lo pasan por el arco del triunfo: Se vuelve a representar el polémico “Gora Alka-ETA”, en un claro desafío al mandato de la Audiencia Nacional
La polémica obra de marionetas que acabó con la detención y encarcelamiento de dos actores durante cinco días el pasado mes de febrero volvió a representarse ayer en Lavapiés. Concretamente en la cooperativa Teatro de Barrio.
Los actores Alberto San Juan y Gloria Muñoz echaron un pulso a la Justicia rindiendo tributo a Alfonso Lázaro y Raúl García, los titiriteros que se hicieron conocidos por echar a rodar este espectáculo callejero violento delante de público infantil durante el primer Carnaval de Manuela Carmena.
La de ayer fue una crítica que perseguía hacer ruido para que se archive la causa que la Audiencia Nacional mantiene para los dos antisistema, como los tenía catalogados la Policía Nacional. Durante la representación mostraron, como hicieron los artistas imputados por un delito de enaltecimiento del terrorismo, un cartel con la leyenda «Gora Alka ETA».
Los dos actores narraron partes del guión de la obra, acompañando a títeres manejados por integrantes de las compañías «Le Guiñol Orthopedic» y «Lucas Locus».
Asistían al acto los cantantes Santiago Auserón, quien será el pregonero de las fiestas de San Isidro, y César Strawberry (Def con Dos),detenido el año pasado e imputado también por enaltecimiento del terrorismo al animar en Twitter a dar «lo de Carrero Blanco» a políticos del Partido Popular o secuestrar de nuevo a Ortega Lara.
En el teatro también se encontraba el humorista de La Tuerka –el programa de televisión de Pablo Iglesias– Facu Díaz, también investigado por publicar en la mencionada red social en 2013 un tuit en el que decía que quemar iglesias le parecía «una barbaridad» si no había «nadie dentro».
«El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno está de guardia, o sea que a ver si nos lleva a todos para delante o no», manifestó Alberto San Juan al término de la representación, según recogió Europa Press.
Cuando Lázaro y García fueron puestos en libertad, el magistrado ordenó la retirada de sus pasaportes y les impuso la obligación de comparecer diariamente en los Juzgados. Esta medida cautelar fue rebajada después a comparecencias quincenales y, más tarde, mensuales.