Un lector pregunta por Paloma Tejero y su renacer político-fotogénico y otro lector nos envía un pantallazo sobre la nueva campaña recaudatoria del Grupo Cauro
Tengo que decir, una vez más que me siento muy orgullosa de los lectores de El Correo de Pozuelo. Muy orgullosa. Qué talento. Están a la que salta.
Ayer recibí dos mensajes fantásticos. Uno sobre la concejala Paloma Tejero y otro, muy extraño, sobre la campaña recaudatoria que el inefable Alfredo Fernández, el taimado dueño del Grupo Cauro de Comunicación y, al mismo tiempo, trabajador mimado del Ayuntamiento de Pozuelo, ha puesto en marcha y que podía titularse como ‘Dame argo, anda…’
Pregunta de lector:
Respuesta de Sira:
Supongo, querido lector, que te refieres a esta foto que publicamos ayer:
Aunque ayer publicamos también esta otra:
Yo creo, sin ninguna prueba, que es su segunda opción. Que está haciendo méritos.
Hombre, en esta segunda foto, a fin de cuentas estaba en un tema de Urbanismo y ella es concejala del ramo, pero en la primera foto, en la de la Gymkhana de Matemáticas, no parece que esté allí nada más que para salir en la foto… Ella es licenciada en Ciencias Políticas y en Derecho… Y ninguna de las dos carreras tiene algo que ver con las Matemáticas… Pero quien sabe…
El caso es que tiene toda la pinta de ser una reaparición… Andaba muy escondida últimamente…
Pantallazo de lector:
Respuesta de Sira:
Pues verá usted, cuando recibí su mensaje, aluciné. Me quedé sin palabras.
Hoy, tras esa primera reacción de sorpresa, puedo decirle que este pantallazo que me manda me daría para escribir entre 80 y 100 folios sobre el sujeto responsable del mismo. Y eso sin ponerme a fondo.
Si esto lo coge un psicólogo, hace una tesis doctoral.
Sucintamente, le diré que la publicidad de marras refleja un desorden mental bastante acusado en el autor de la idea. No tiene pies ni cabeza.
Y mira que es raro. Con lo moderno que es Alfredo Fernández, es incomprensible que proponga esta estupidez existiendo el crowdfunding, el micromecenazgo.
Alfredo, tío, lo moderno es el crowdfunding.
Pero, vamos, pedir como si el periódico ‘Madrid Actual’ fuese una ONG me parece muy fuerte. Aunque lo mismo está hecho aposta para crear confusión. De una mente a la que se le ocurre pedir de esta manera, puede salir cualquier cosa. Aunque no creo. Pienso que el autor, simplemente, no ha dado más de sí.
Pero mira que si alguien se confunde y en lugar de mandarle un euro a Unicef se lo manda al Grupo Cauro… Pues euro a la buchaca. No quiero ni pensarlo.
A mí, a bote pronto, el tema me recordó a los vendedores de pañuelos de los semáforos. ‘Dame argo, anda, pa mis niños. Un euro aunque sea…’
Lo que sí parece, y ahora hablando en serio, es que el Grupo Cauro está tieso como la mojama o muy cerca de esa situación económica.
Y es que, cuando te plantean que no todo puede ser gratis total en tu negocio, como ha sido hasta ahora, y, encima, te recortan la pasta gansa en publicidad que te dan (pese a ser una organización sin ánimo de lucro) o esas subvenciones millonarias en pesetas para la radio, uno tiene que empezar a echar cuentas y las cuentas no salen… Y si no salen, hay que pedir…
Así es la vida, Alfredo… Tú pide… No tengas vergüenza que, como dice el refrán, más vale pedir que robar…
Me ha dicho el Capitán que te dedique este tema de los Siempre Así, al tiempo, por supuesto, que te recomienda resignación cristiana… A fin de cuentas es lo que hacemos todos…
Sira