Isabel Preysler dice que no es una ladrona y que pagó ella los gastos de la enfermedad de Miguel Boyer
Isabel no está dispuesta a dejar que la llamen ladrona y por eso ha iniciado los trámites legales que mantengan a salvo su honor. No solo niega que haya dispuesto del dinero del que fuera su marido sino que afirma que ha tenido que gastar de su propio patrimonio para atender “los muy costosos gastos derivados del tratamiento y la rehabilitación” tras el ictus cerebral que sufrió. También se defiende la hoy novia de Vargas Llosa de las acusaciones de impedir a los hijos de Miguel entrar en su mansión. También explica Preysler a través de su representante legal que todos los trámites del testamento los lleva a cabo quien designó el que fuera su marido.
Por segunda vez en pocos días, Javier Ruiz Paredes, abogado de Isabel Preysler, ha exigido a un medio de comunicación que rectifique de inmediato las informaciones publicadas sobre el enfrentamiento entre la viuda de Miguel Boyer y los hijos del ex ministro sobre la herencia de quien fue su tercer marido. La pasada semana el abogado desmentía rotundamente al digital O.K. cuando afirmaba que los hijos de Boyer se quejaban de que no se hubiera repartido la herencia de su padre y que su viuda les negara incluso objetos personales del ex ministro.
Se publicó también que Isabel Preysler no les dio facilidades para visitarle cuando estaba enfermo y que la viuda del superministro socialista les dijo aquello de “No había nada que repartir porque Boyer no tenía nada”.
Esta vez es el digital Extraconfidencial el medio apercibido de una demanda por la novia de Mario Vargas Llosa. Preysler considera injuriosas las afirmaciones vertidas por el digital y cree que atentan contra su honor algunas como ésa en la que se dice que “Los hijos de Miguel Boyer denuncian que Isabel Preysler vació las millonarias cuentas de su padre antes de su muerte”.
El abogado de Preysler considera que se está imputando a su cliente una acusación tan grave como apropiación indebida y reprocha al diario no haber contrastado la información que tacha como “radicalmente falsa”, ni haberlo siquiera intentado. “Las cuentas bancarias de D. Miguel Boyer Salvador eran manejadas solamente por él y por su asistente personal, la señora Escacena de la Torre, persona de su absoluta confianza quien, seguramente, habrá facilitado a todos los hijos del sr. Boyer, o a sus actores legales, los movimientos de tales cuentas, especialmente los habidos después de que aquel sufriera el grave ictus cerebral y que sin duda, habrán sido aplicados a su rehabilitación”.
“Mi clienta- continúa el escrito del abogado, no sólo no ha dispuesto de los saldos bancarios de su esposo, sino que ha sido quien de su propio patrimonio personal se ha visto en la necesidad de realizar ingresos en las cuentas del sr. Boyer para atender los muy costosos gastos derivados de su enfermedad y rehabilitación”.
El representante legal de Isabel Preysler asegura también hablando en nombre de su defendida que hay otras manifestaciones publicadas por el diario que dañan gravemente su honor, como cuando escriben que ella ha impedido a los hijos de Boyer el acceso a su casa, dificultando la realización de la testamentaría con la frase siguiente. El letrado alude a la frase siguiente: “No ha dejado pasar a nadie a su mansión para que haga un listado oficial como ya lo han solicitado judicialmente”.
“Resulta -concluye el abogado Ruiz Paredes- que “todos los trámites para el inventario, avalúo y partición de la herencia del sr. Boyer están siendo realizados por el albacea, contador y partidor, designado en su testamento, ya que esa fue la voluntad del esposo de mi cliente”.
“Los hijos del sr Boyer -continúa el escrito- han tenido siempre las puertas abiertas para comprobar y examinar los bienes de su padre y así lo han realizado, incluso acompañados por abogados y técnicos expertos,”siendo falso por otra parte que la señora Preysler haya recibido comunicación alguna”.
El digital Extraconfidencial tiene tres días de plazo, según marca la ley, para rectificar, recuerda el abogado de Isabel Preysler, “sin perjuicio de que se inicien las acciones judiciales pertinentes”.