Me aburre la caza de brujas que hay montada sobre mi persona y me cansa la torpeza de mucha gente del Ayuntamiento de Pozuelo
Nunca llegaré a ser capaz de medir las consecuencias de mis notitas en la Santa Casa Grande. Esta caza de brujas me agota psicológicamente y empiezo a pensar que hay personas que necesitan mirarse al espejo. Necesitan empezar a aceptar su vida y circunstancias y ser capaces de admitir que no pueden controlarlo todo.
Esta es la vida municipal de Pozuelo de Alarcón.
Ayer le decía a Luis que seguiré cosiendo, dando puntadas y escribiendo pese a que mis grandes enemigos se mantienen con dinero público. ¡Con mi dinero!
Pero esta vez, y antes de mis vacaciones de Semana Santa, voy a intentar aclarar algo en relación a la “tapada” noticia del fallecimiento de Leopoldo y que tanto ha molestado dentro del Ayuntamiento.
Una, que sabe lo que pasa en mi pueblo, no puede dar los nombres verdaderos de las personas con las que habla. No puedo hacerlo. Les sepultaría en vida. Así que el uso de algunos nombres en mis notitas lo hago de forma ficticia.
Es cierto que en esta ocasión coincidió un nombre con una persona que estuvo muy cerca de Leopoldo y que todos conocemos. Pero quiero decir que ella no es la persona que desayunó con Manolo y conmigo. No fue quien me contó lo de la ayuda por parte de Leopoldo para que no fuera desahuciada. No fue ella. ¡NO!
Esta mujer “aludida” ya está jubilada y nada tiene que ver con la historia que conté. Estuvo muy cerca de Leopoldo muchos años, pero no es ella. Aunque reconozco que estuve tentada de llamarla, ella sabe mil historias de Leopoldo Gómez que deberíamos saber los pozueleros. Pero mi Maite, no es esa Maite. No.
Que esté tranquila. No eres tú, Maite.
Mi Maite es una funcionaria real. Mujer. Que trabaja con muchos y conoce a todos. Es mi amiga. Pero ni ella misma sabe que yo soy Sira. Maite tiene una vida, pero en mis notas es un personaje ficticio. Aprovecho lo que puedo sin señalarla y sin que ella sospeche de mi. Aunque no siempre lo consigo. Pronto se lo contaré. Quizás nos riamos juntas.
Estoy convencida que hasta la Alcaldesa Accidental se da cuenta que mi información es siempre buena y por eso ordenaron la Ya OLVIDADA y ella misma la Caza de Brujas sobre mí. Por eso, cuando me dicen que una persona se siente aludida y está sufriendo por mi notita y no tiene nada que ver con esa persona. Lo aclaro.
Me decía Manolo que el problema es que mezclé a Maite con el nombre real de otras tres mujeres que todos conocen y lo mismo pudo llevar a todos a pensar que Maite era mi Maite. Pero se equivocaron. Maite está siempre en mis puntadas, las demás no. Así que os pido, amigos, que si hablo de Maite no intentéis buscarla por ese nombre. No la encontraréis.
Y lo mismo me pasa con Tono Rueda. Por favor, que le dejen en paz. No soy Tono. ¡De verdad! Nunca he querido hablar de él porque compartimos espacio en El Correo de Pozuelo. Pero voy a deciros dos cosas: No fumo y critiqué que se escaqueara tanto por la puerta de madera para echarse sus pitillitos. ¡Vale ya!
Es agotador. Tampoco soy Isabel González a la que acusaron de ser quien escribía estas notitas. Imaginaros quien la acusó. Ni Isabel Pita.
Soy Sira Q. Y lo he dicho muchas veces. Una decente costurera que escribe lo que otros callan y susurran por los pasillos municipales. Una mujer pozuelera que escribe para denunciar la invasión de los forasteros y para contarles lo que ni los políticos de Pozuelo saben. Una colaboradora en un medio que dirige mi Capi y que sólo busca transmitir sus experiencias, conocimientos, propuestas, ideas y su opinión sobre lo que está pasando en mi pueblo.
Necesito un descanso, Capi. Recargaré pilas porque volveré con fuerza. Tengo en mi taller muchas notitas que tienen que ir saliendo. Andrés, ay! Andrés. El gris Gerardito. Pablos (el bueno y los malos). Paloma, la mostoleña. Gustavo y su sin vivir. Y más, más de Alcaldía. Mucho más. Cargadito se queda mi taller. La cultureta, también seguirá dándonos noticias. Y Eduardo, el cobardín… También. El clan de la obra, también. Ulecia, amigo. También. Hilillos naranjas me están dejando en mi taller. Berzal, compañero. También tengo para ti. Y para Ángel, un buen tipo en un mal partido. Otra Maite. Y no es mi amiga. Y mi siempre doctor y amigo, ahora enfadado, Félix Alba.
Por supuesto de la eterna Concejala de Familia tengo mi costurero repleto de informaciones, pero es que me cansa tanto el tema y es tan repetitivo… He decidido darle un descanso a ella. Y a Almudena. Me cae bien Almudena. Y su hermano, mejor. Claro, siempre y cuando la primera no haga nada (que es lo normal) y la segunda no vaya más allá de sus posibilidades.
Capi, me voy ya. Amigos, disfrutar de unos días de descanso. Y, recordar, cualquier parecido con la realidad es pura casualidad o pura verdad. Vosotros decidís.
Sira Q.