La declaración, contra Rajoy, de persona ‘no grata’ en Pontevedra solo es una muestra más de la intolerancia de una izquierda vengativa
Cuando la única respuesta a la adopción de una medida política es la ofensa, el insulto, la difamación, o simplemente, atacar personalmente a quien ha tomado esa decisión; nos movemos en la esfera de la radicalidad, la intolerancia, el nazismo, comunismo y los regímenes bolivarianos, totalitarios.
Esto, queridos amigos, asusta, pero no silencia a los que somos demócratas. Todo lo contrario, nos motiva a escribir más. A intentar demostrar la barbarie que están haciendo ya algunos y descubrir lo que quieren hacer si tienen el poder absoluto. Amigos, asusta; pero no me callan. Ni a mi, ni a muchas personas que, como yo, estamos dispuestas a denunciar una y otra vez que la deriva radical de izquierdas no nos llevará a nada bueno. Sé que algunos votan por modas, otros por indignación o cabreo, sé que algunos se venden por un minuto en Moncloa, sé que muchos medios de comunicación ocultan muchos temas importantes bajo el mismo lema “todos contra Rajoy” y añado “y los suyos”. Soy consciente de la situación que hay, pero también sé que los españoles no somos tontos y que vemos, oímos y reflexionamos.
Por ello hablaré de esta declaración aprobada contra Mariano Rajoy por 17 radicales concejales del Ayuntamiento de Pontevedra. Dos mociones con el mismo contenido, declarar persona non grata a Rajoy. Una del PSOE y la otra de MAREA-PODEMOS y su aprobación final gracias al voto del BNG. De PODEMOS y BNG nada me sorprende. Son lo que son. Pero que el PSOE haya entrado en este sucio juego solo demuestra que la indecencia política y moral de Pedro Sánchez supera al mismísimo Pablo Iglesias. ¿este es el precio que tiene que pagar el socialismo moderado por conseguir su objetivo?
A pesar de la renuncia a principios y valores socialdemócratas por parte del señor Sánchez, a pesar de su proximidad a lo radical y al comunismo, jamás aplaudiría que mi Ayuntamiento, Pozuelo de Alarcón, que es también el suyo, le declarara persona non grata. Los demócratas nos diferenciamos de los radicales no sólo por el fondo, también en la forma. Y en eso los radicales ganan la batalla, que no la guerra.
Yo fui concejal, tuve ese gran honor. Concejal de mi ciudad. Y viví esos años con ilusión, formando parte de un equipo cuyo objetivo fue mejorar la calidad de vida de los pozueleros, mejorando la organización municipal, los procedimientos administrativos, la transparencia y alcanzando acuerdos con la oposición beneficiosos para todos. Fui concejal y por eso me repugna más lo que han hecho estos 17 concejales radicales de Pontevedra. La defensa del municipalismo no se hace con declaraciones atípicas y ofensivas en un Ayuntamiento contra un Presidente del Gobierno. La defensa del municipalismo se hace tomando decisiones importantes que redunden en el bien común de los vecinos. Resolviendo problemas de tu ciudad y no creando problemas con más de la mitad de los vecinos.
Como hizo Mariano Rajoy cuando fue concejal, precisamente, de Pontevedra. Ocupó el sillón municipal de uno de los que han votado a favor de que le declaren persona non grata. Mariano siempre ha llevado a gala ser gallego. Ha defendido su tierra. Ha llevado mejoras e infraestructuras a ese rincón de España tan necesitado de ellas. Mariano Rajoy y su gobierno tomó una decisión gracias a la cual se mantendrán más de 5.000 puestos de trabajo en Pontevedra. Pero eso no gustaba a la izquierda radical. Había que cerrar la fábrica si o si. Porque la izquierda siempre lleva razón.
Por ese motivo, 17 hombres y mujeres. 17 socialistas, podemitas y nacionalistas han declarado “non grata” a una persona por el simple hecho de no comulgar con su ideología y sus exigencias. Lo dicho, como no tienen argumentos para combatir la medida adoptada insultan y ofenden, pero usando su acta de concejal. Lamentable.
Esta es la nueva forma de hacer política, sin duda. Una nueva forma que a mi me entristece y me preocupa por las consecuencias que empiezan a tener. Espero y deseo que muchos, como en la película de Amenábar, pronto “abran los ojos”, se quiten la venda y vean la realidad.
Por desgracia, este es el resultado de nuestro voto, la radicalidad. Los pactos de izquierdas e independentistas. El odio. Odio por encima del interés de los pontevedreses. Odio por encima de los argumentos. Odio por encima del respeto. Odio por encima de muchos. Odio. En definitiva odio, división, ruptura y radicalidad.
Y hoy solo he pensado en esa declaración de los concejales de Pontevedra… pero si a esto sumo las actitudes de los gobiernos municipales de Madrid o Barcelona, entre otros, que jalean, aplauden o justifican ofensas a nuestra historia, a la religión católica, a nuestros símbolos nacionales, también religiosos… La cosa va in crescendo.. Y si hablo de ETA, la cosa va peor. Y si recuerdo a las víctimas del terrorismo, el estómago se me contrae. Y si sigo…y siguen, la división del pueblo español será cada vez mayor.
Es eso lo que quieren. No se lo pongamos fácil y luchemos juntos por mantener una convivencia en paz, con respeto y sin rencor. Lo conseguimos hace casi 40 años. Que ningún bolivariano, que ningún Pedro Sánchez, ni Maduro, ni Morales o ningún neo comunista español consiga que la destruyamos.
Gracias.
Yolanda Estrada