Crónica casi completa del Pleno de ayer en el que se demostró, una vez más, que el Gobierno no tiene interés ninguno y la alcaldesa se dedica a sus bolos promocionales
Ayer ya escribí sobre lo más importante que había pasado en este Pleno de Enero del Ayuntamiento. Pero solo de eso y en el Pleno pasaron muchas cosas. Muchas. La Oposición acorrala, políticamente, al Gobierno cada día más y esto provoca situaciones peregrinas y ridículas.
Y eso que la Oposición cuenta con algunos concejales que necesitarían, urgentemente, dar unas clases de oratoria… Aunque fuese On Line y de esas gratuitas… Ni se sabe lo que ganarían… También deberían aprender cómo se escribe un discurso. Eso ya sería la pera limonera porque, entre otras cosas, no se perderían…
Pero el hecho es que llegó el Pleno y pasó. Y, para empezar, la alcaldesa le hizo una peineta a todos los vecinos de Pozuelo porque no explicó su remodelación de Gobierno. La alcaldesa soy yo. Ego sum qui sum. Y hago lo que me sale del moño o vaya usted a saber de dónde. ¡Qué bien le vendría a la alcaldesa otras clasecitas on line, también, sobre formas de entender la política cercana! Creo que a la señora Quislant no se lo han explicado bien. Pienso que le han dicho que eso de la política cercana es tomar café con unos vecinos y, mire, no… No va por ahí la cosa.
Pero vayamos por partes, que diría Jack El Destripador…
La primera en la frente. Nada más comenzar el Pleno, se abrió el portón de los sustos. Somos Pozuelo planteó una durísima moción sobre el fraude que se está produciendo en las contratas de limpieza. Un problema de sobra conocido en Pozuelo y que tiene su origen, como casi todo, en la desidia del Gobierno. No sé antes, pero la cosa, que yo sepa, viene de la mano de Mónica García Molina, esa chica de oro que no quiere que nos enteremos de sus caudales y que en dos legislaturas solo hizo por el Medio Ambiente de Pozuelo una rotonda espantosa.
PSOE y Ciudadanos la apoyaron y el PP, con un Eduardo Oria bastante perdido y tragando quina, ofreció a cambio un grupo de trabajo (¡?) para estudiar el caso. No una comisión política como pedía Somos Pozuelo sino un grupo de trabajo. Hala, como en los seminarios de la Universidad. Qué tío más listo…
De sobra sabe Oria lo que iba a pasar en ese grupo de trabajo. Somos Pozuelo no aceptó.
Se dio una circunstancia muy significativa. El portavoz de Somos se quejaba de que no le daban los papeles que pedía y la alcaldesa, en su defensa, decía que no había recibido la petición por escrito. Pero el podemita insistía en que hacía cinco días que se había presentado el escrito y venga a contestar la alcaldesa que no sabía nada. Pienso que si la señora Quislant le dedicase más horas a la alcaldía y menos a esas Federaciones inútiles a las que pertenece para crecer políticamente, otro gallo le cantaría… Menos bolos y más ‘traballar’…
Moción Rechazada.
La segunda en el pecho. Fue la que le mató, como cantaba Mecano. De ella hablé ayer. Fue la moción de la Transparencia. Me dio pena ver a Félix Alba justificar lo injustificable. No diré mucho más. Sólo que el problema del Gobierno de Pozuelo es que no cree en la transparencia. Y como no cree, se le ve que habla ‘lorito’. Repitiendo cosas. Ahora parece que se han caído del caballo y la transparencia se hizo… Venga, vamos… No se lo cree nadie. Con decirles que Mónica García Molina se ausentó de la votación, para sorpresa de la alcaldesa, como protesta contra la aprobación. Ya ve, señora… Cuando no hay gato, hasta los ratones llevan cascabeles… A la señora Molina no le gusta la transparencia y se salta la disciplina de voto…
La tercera fue en toda la boca y con la mano abierta. Incomprensiblemente, el Gobierno presentó una moción que simplemente era una declaración institucional a favor de la tolerancia y la cosa se le volvió en contra. Menudo repaso le dieron. El Gobierno lo hacía para solidarizarse con Somos Pozuelo y Somos Pozuelo se abstuvo en la votación. Zaska. Son más inocentes que un cubo. Pero en el colmo del desatino, esta moción política la defendió el concejal de deportes y festejos… El mundo al revés. Pero así es el Gobierno de la señora Quislant.
De la cuarta moción voy a hablar poco. La unidad de España me parece un tema muy serio como para que el Gobierno lo esté trayendo al Pleno cada poco. No sé si el tema le vino impuesto de Madrid o la señora alcaldesa quiere, políticamente, ganar no sé sabe qué guerrita personal o la presentó para que los grupos políticos de Pozuelo se retratasen otra vez. Suena a aguirrismo rancio. Se retrataron. Y vaya si se retrataron. Una pena.
En la quinta, quien quedó retratado, otra vez, fue el Grupo Popular. Ayer parecían 14 “pierrenodoyuna”. Nada. No tienen remedio. El PSOE pidió que se pusiesen en alquiler 50 viviendas sociales para jóvenes en Miradores y el Gobierno dijo que no son 50, que son 48 y que las están limpiando. Félix, déjalo. Si es igual. Vete a casa. Qué necesidad tienes de pasar por esto. Y mira que era fácil políticamente recoger el guante… Bascuñana lo desarmó, lo puso contra la pared y lo achicharró. Normal.
No sé por qué Paloma Tejero no defendió esta moción. Una pena. Ella, al menos, hubiera dado espectáculo.
Y otra vez que me quedo sin espacio para comentar lo sucedido en las preguntas para respuesta oral, en donde el show adquirió el cenit, con una Paloma Tejero, interpretando un papel que ya hubiera querido para sí Amparo Rivelles, una alcaldesa cebándose con Cobaleda y un Carlos Ulecia hablando de la Cabalgata de Reyes… Sin duda, un espectáculo entre los Entremeses de los Hermanos Álvarez Quintero y un Esperpento de Valle Inclán.
Pero eso será el lunes junto a las respuestas por escrito en donde también hay joyitas… ¡Qué diver!
El Capitán Possuelo