Tras las elecciones generales, otra vez en la cuerda floja. Un artículo de Juan Domingo Pérez
El bipartidismo no ha muerto, solo ha cambiado de forma. Ahora el modelo es algo más radical. El PP ha perdido la confianza de los españoles, varios millones de votos que en 2011 creyeron que cambiaría las cosas, pero cambiaron más tarde de lo esperado y no por igual ni para todos.
Arrastrado por la corrupción y por una falta de renovación evidente, el PP no ha convencido a los españoles. Ha pasado de casi 11 millones a 7 millones, es decir 1 de cada 3 personas se han bajado del proyecto. La economía lo era todo, debió pensar Rajoy pero se necesitan nuevas caras, nuevas personas, nuevos equipos y nuevos mensajes.
Al centro derecha de España le avisaron en las europeas, le avisaron en las municipales y hoy parece que el sistema parlamentario bajará al PP del poder una vez más.
La izquierda construyó un discurso contra el temple de Rajoy; Rajoy es bueno pero no convence; Rajoy es un pasado; Rajoy no es la moda; Rajoy no es el cambio; Rajoy no es un buen líder… Y la derecha ingenua se hizo eco del mensaje, lo repitió y lo repitió, lo interiorizó y al final el PP se ha terminado de hundir en número de votos.
Todo el esfuerzo, todo el trabajo que hemos realizado el común de los españoles lo hemos olvidado encantados por la barita mágica de un pseudo profesor de universidad que nos quiere llevar al siglo XVIII con el beneplácito de un PSOE sin proyecto. Le sumamos una derecha sin ilusión que veía en un joven catalán algo de esperanza pero que, sin proyecto y sin equipo, no ha sido capaz de arrastrar los votos suficientes para provocar esa necesaria renovación en España.
Se abren muchas incógnitas para los españoles:
¿Qué fichas moverá el PP?
¿Rajoy seguirá insistiendo en su ausencia de toma de decisiones?
¿Cuál es el precio de La Moncloa para el PSOE?
¿Pactará el PSOE con el PP o con los comunistas?
¿Qué pedirán a cambio los comunistas, independentistas y resto de partidos por apoyar a los gobiernos?
¿Volveremos a hablar de prima de riesgo, de rescate, de salida de la zona euro, de paro?
Demasiadas incógnitas para un país que no puede permitírselas.
Juan Domingo Pérez