La alcaldesa Quislant no lee las respuestas que sus concejales dan por escrito a las preguntas de la oposición porque, de hacerlo, se moriría de vergüenza
Durante el fin de semana me he dedicado a leer las respuestas escritas de los concejales a las preguntas de la oposición y ‘me he quedao pasmao’, como decía el Alfonso Guerra de los buenos tiempos.
Me he quedado tan pasmado que no sé cómo calificarlas.
¿Tomadura de pelo? Es posible. Salvo raras excepciones, los concejales del Gobierno de Pozuelo creen que los contribuyentes (los que pagamos sus sueldos) somos ‘tolilis’?
¿Soberbia? También es posible. Un Gobierno que gana las elecciones por mayoría absoluta tras hacer una legislatura pésima, como hizo en la anterior, es normal que se lo crea y se convierta en un soberbio de tomo y lomo.
¿Incapacidad? Caliente, caliente. Este gobierno, salvo contadas excepciones, tiene el mismo talento político que un gato de escayola.
¿Desidia? Línea. Este es el Gobierno de la pereza. La falta de ganas de trabajar es tan explícita que todo les da igual. No le pegan un palo al agua.
¿Sin rumbo? Bingo. Este Gobierno carece de liderazgo. Es un pollo sin cabeza. Se nota que la alcaldesa Quislant va a lo suyo con su propia gente y el Gobierno va a su bola y cada concejal hace lo que le da la gana.
Y en ese ir a lo suyo, la alcaldesa Quislant ni siquiera lee las respuestas que sus concejales dan por escrito a las preguntas de la oposición. No las lee. Le da igual lo que digan. No se entiende de otra manera. Si la señora alcaldesa le dedicase media hora a leer esas respuestas, las voces se oirían en La Aurora. No hay jefe en el mundo, de empresa pública o privada, que le consienta a sus subordinados lo que se le consiente a los concejales de este Gobierno en esas respuestas.
Es un desprecio tan grande a la oposición (que también representa a los vecinos de esta ciudad), que no tienen perdón de Dios. Se nota tal ultraje en sus respuestas, que a nadie puede extrañar que el PP esté al borde del precipicio de cara al 20-D. El problema no está en Mariano Rajoy ni en el Gobierno de la nación , el problema está en estos políticos cercanos que viven en la negligencia permanente. Y eso se paga.
La alcaldesa no debe leer las respuestas de sus concejales porque, de hacerlo, se moriría de vergüenza. Hay varias respuestas de 3 y 4 palabras. Escritas con un desprecio y una soberbia escandalosa.
El “Sí, es posible”, de Carlos Ulecia a una pregunta de Somos Pozuelo indica una especie de ‘derecho de pernada’ de uno de los Ulecia de Pozuelo. Su respuesta es la típica que nos traslada al Señor del Castillo respondiendo a un Siervo de la Gleba. La soberbia, Carlos, es el peor de los pecados capitales. Te vendría bien releerlos.
Y “El objetivo es duplicar”, de Eduardo Oria a una pregunta del PSOE indica lo poco que le interesa a un concejal del PP, que lleva toda la vida comiendo del partido, contestar a la oposición. Este paracaidista que nos ha venido de Madrid debe ser de los que cree que su sueldo se siega por la noche en los pasillos del Ayuntamiento y que los contribuyentes no ponemos nada. El dinero público no es de nadie. Me sigue resultado tan extraño que no hubiese nadie en Pozuelo capacitado para llevar Medio Ambiente y tuviesen que traer un tío del barrio de Tetuán…
¿Cómo se puede tener tan poca lacha?
Y pongo estas respuestas con ejemplo de lo que son, en general, las mencionadas respuestas ya que son un escándalo. Hay muchas más de una línea y de línea y media.
A la oposición se le obliga a presentar preguntas documentadas y argumentadas. Como tiene que ser. Como manda la seriedad de las responsabilidades que ostentan en un Ayuntamiento serio. Y, sin embargo, las respuestas están a dos centímetros de que los concejales pasen a ser ‘personavidas de barrio’, que consideran que bastante hacen con responder a una oposición que desprecian.
Otras respuestas me hacen gracia… Dicen que ya respondieron a algunas preguntas en anteriores Plenos. Y lo escriben desde la prepotencia, sin darse cuenta de que si las vuelven a preguntar es porque la respuesta no fue nada satisfactoria y, en algunos casos, insultantes.
Creo que volveré sobre este tema. Hay mucho que comentar.
Hay que comentar, por ejemplo, el corta y pega impresentable en una respuesta de Mónica García Molina, con lo peripuesta que es ella en su vida personal.
Hay que comentar, por ejemplo, una respuesta de Gerardo Sampedro que no se entiende porque nadie ha debido de ver que la fotocopia está mal hecha. Una desidia escandalosa. Sale mal la fotocopia y a nadie se le ocurre que debe repetirse.
Hay que comentar, por seguir, la respuesta de Félix Alba sobre las dádivas a Pozuelo Radio, toda vez que es una radio pirata. ¿Dinero público a una radio ilegal? Lo del concurso también es muy divertido porque, además, era la única radio que existía en Pozuelo y el Gobierno lo sabía. Puf. De la cobertura y audiencia de esa radio, mejor no hablo.
El caso es que, como decía, volveré sobre el tema de esas repuestas a la oposición que la alcaldesa no lee. Y ahí lo dejo. Porque si, encima, las lee y las aprueba, no tiene perdón de Dios y debería dimitir por dejación de funciones.
El Capitán Possuelo
Buena descripción de un mal , el de la desgana y chulería de los concejales del PP de Pozuelo, que emana de la convicción de los dirigentes del Partido Popular en esta ciudad de que hagan lo que hagan, seguirán ganando las elecciones en Pozuelo. Las consecuencias de tal certeza pueden ser abundantes y negativas, pues pueden hasta llegar a creerse impunes e instalarse en la ilegalidad.
Sin llegar a tanto, el gobierno local de Pozuelo tiene un tufo caciquil que se nota en abundantes detalles. Las respuestas desabridas y sin rigor son el primer indicio de ese talante chulesco al que conduce esa certeza , consistente en que los hogares acomodados que vienen a vivir a Pozuelo siempre van a votar al PP. y las cosas alguna vez pueden cambiar.
Muchas gracias por su participación. Saludos
Desgana y chulería , es lo que viene a indicar tal tipo de respuesta.
Todo ello apoyado en la convicción de que se les va seguir votando a los del
PP en Pozurlo, lo hagan como lo hagan.