Un lector nos pregunta por qué (Pablo Gil) no reclama a la constructora de la nueva Plaza del Padre Vallet por todos los desperfectos que tiene…
La pregunta que nos hace este lector es muy interesante y, al mismo tiempo, de sentido común:
Pregunta de lector:
Respuesta de Sira:
Lleva usted toda la razón del mundo al preguntar sobre ese constante deterioro que sufre (supongo) la Plaza del Padre Vallet por arriba y por abajo. Y es un escándalo, porque la obra nos está costando dos veces y, como usted dice, no han pasado siquiera 10 años de su inauguración.
En esto último se equivoca. A su favor. No han pasado siquiera 10 años porque no han pasado ni cinco. Se inauguró a finales de marzo de 2011. No tiene ni cinco años. Una vergüenza.
Se inauguró un poquito antes de la campaña electoral de las elecciones municipales de 2011. Las que ganó Adrados.
Su pregunta se la he oído decir a mucha gente de forma verbal. Reconozco que usted es la primera persona que lo hace a través de esta sección de participación ciudadana y se lo agradezco. Y prometo que lo investigaré, aunque con la poca afición que tiene este Gobierno a la transparencia me costará.
Debería ser muy sencillo pero será muy difícil. Y digo sencillo porque el concejal de Obras de aquel momento era también Pablo Gil. Como ahora. Un Pablo Gil, por cierto, que no refleja esta responsabilidad en su currículum.
Es más, bien ufano que estuvo Gil, aquel día, cortando la cinta de la inauguración y robándole plano al alcalde Aguado y al representante de la empresa constructora.
Y si el señor Gil estuvo diligente para cortar la cinta en aquella memorable ocasión, ahora debería de estar legitimado para decirle a aquel señor tan trajeado que representaba a la constructora que la obra tiene una terminación chapucera y que hay que venir a repararlas.
Pero, ay amigo/a, para eso hay que buscarse enemigos y Pablo Gil ya está de vuelta de todo (lleva de concejal desde 2003 o lo que es lo mismo en 2019 se habrá embolsado casi un millón de euros de los pozueleros) y esas cosas, aparte de dar trabajo, no traen más que disgustos.
Total qué más da. Que lo haga la cuadrilla de mantenimiento. No cuestan demasiado. Y nos sobra la pasta.
A mí me gustaría que, mientras busco por ahí información sobre las razones por las que no se reclama a la constructora (lo mismo no lo pusieron en el contrato), sería bueno que la oposición le hiciese una pregunta al concejal en el Pleno. Por escrito. Para que se retrate. Porque el señor Gil debe saber de qué va la cosa… No hay más que verlo en la foto.
Y es que la chapuza está tomando ya ribetes de escandalazo.
Sira