Otra solución no tiene sentido: El Ayuntamiento de Madrid negocia traspasar el Centro Acuático al Atlético de Madrid
El Ayuntamiento de la capital y el Atlético de Madrid están negociando la posible cesión al club de fútbol de la instalación municipal Centro Acuático, según ha informado la concejal del distrito de San Blas, Marta Gómez. El “interés” del club por este edificio, próximo al estadio de La Peineta, constituye una “posible solución” para esta “costosísima” infraestructura deportiva a medio construir.
El Centro Acuático debía albergar las pruebas de natación de los Juegos Olímpicos a los que la capital optó en tres ocasiones consecutivas sin éxito. Su presupuesto inicial de 136,7 millones, pero en abril de 2011, cuando se decidió la “suspensión temporal de la obra” por “las circunstancias económicas y las políticas de recorte de gasto”, ya se había elevado a 192,5 millones (un 41%).
La obra fue asumida en 2006 por la empresa municipal Madridec, que quebró y fue disuelta el 31 de diciembre de 2013 precisamente por el alto endeudamiento derivado de la gestión de esta instalación y de otras como la Caja Mágica.
El Ayuntamiento heredó entonces el esqueleto a medio construir, junto con un conjunto de contratos vigentes que asciende a 181,3 millones de euros. La anterior alcaldesa, Ana Botella (Partido Popular), desistió de concluir la obra tal y como estaba proyectada, lo que obligaría a modificar o cancelar esos contratos, previo acuerdo o mediante el pago de compensaciones. La intención de Botella era reconvertir la infraestructura en un polideportivo de barrio.
Hasta el momento, se han invertido 54,5 millones de euros en la construcción del Centro Acuático. Sin embargo, su valor de mercado asciende a 23,5 millones (19 millones por la construcción y 4,4 millones por el suelo), según la tasación realizada para el Ayuntamiento por Gestión de Valoraciones y Tasaciones.
El Centro Acuático está apenas a unos metros de distancia del estadio de La Peineta, al que el Atlético de Madrid planea mudarse en 2017. Pero esta operación también se enfrenta a importantes obstáculos políticos y económicos. Por un lado, el club está negociando con Fomento de Construcciones y Contratas para cuadrar las cuentas (el coste del estadio debería compensarse con la construcción de 2.000 viviendas en los terrenos donde ahora se alza el Vicente Calderón). Por el otro, mantiene conversaciones con el Ayuntamiento y con la Comunidad para hacerse con la parcela sobre la que se está levantando el estadio sin un desembolso adicional por compensaciones urbanísticas.