La alcaldesa Quislant está desbordada y ha convertido al Ayuntamiento de Pozuelo en un ‘carajal’ pero lo grave es que no tiene equipo que la arrope
El Gobierno del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón ha sacado una nota de prensa en la que, como es lógico, defiende la gestión que ha llevado a cabo en sus primeros cien días con la responsabilidad de Gobernar.
Dice la nota que durante este tiempo se han realizado obras de pavimentación y mejora en calles importantes del centro y también en la zona de la Avenida de Europa.
Que la Junta de Gobierno ha dado luz verde a un nuevo sistema de alumbrado más eficiente y económico que se integrará en la plataforma Smart City.
Que ha puesto en marcha un plan de apoyo al comercio local con campañas y ayudas económicas para el aparcamiento de los clientes.
Que se ha anunciado la revisión del arbolado del municipio ante las últimas tormentas y temporales intensificando las actuaciones habituales.
Y que los Plenos han aprobado iniciativas como un nuevo Punto Limpio en Ciudad de la Imagen o ayudas al pago del IBI para las personas que más lo necesitan.
No voy a entrar a analizar cada una de estas acciones. Ya lo he hecho en artículos anteriores y sería cansino. Si el Gobierno cree que esto es lo que tiene que destacar en estos cien días, lo único que hace es darme la razón. Es un Gobierno de continuidad y, salvo las ayudas al pago del IBI, que es ciertamente una medida política, lo demás son labores propias de su gestión. De la gestión de cualquier Gobierno. Pero sólo gestión y a mí me interesa la política.
Como es natural, el Gobierno no ha contado en su nota de prensa que, frente a estas estupendas acciones de gestión, tiene abiertos otros problemas políticos muy graves, algunos ya han saltado los límites del propio Pozuelo (caso ‘Juicio a una zorra’ o ‘caso McDonalds’) y otros lo saltarán pronto, o que rechazó las dos mociones auténticamente políticas que le presentaron en Pleno los grupos municipales de C’s y Socialista, hechos que le han producido un desgaste político muy importante.
Un desgaste que ya ha puesto a la alcaldesa Quislant contra las cuerdas, la ha mostrado desbordada, sin rumbo y con importantes síntomas de agotamiento y, con lo que considero más grave, manifestando que no tiene equipo que la arrope. No sé si porque no confía en él o porque no considera que tenga el talento político que ella exige. El caso es que la señora Quislant ha perdido la iniciativa política y anda dando tumbos sin ton ni son como los boxeadores que llaman ‘sonados’ persiguen e intentan golpear a su sombra.
Y digo esto porque sus decisiones carecen de la flexibilidad y la frescura suficiente para tan poco tiempo de Gobierno como lleva.
Hoy mismo, La Piraña del Meaques acaba de hacer público, en su sección Confidencialísimo de este periódico, que, este domingo pasado y tras anunciarse previamente, La Marcha de Coca-Cola se suspendió a las bravas sin ninguna explicación.
Hoy mismo, el Grupo Municipal Socialista se queja en este diario del incomprensible olvido que el PP y el Gobierno ha tenido con la Semana Europea de la Movilidad y su significado en la sensibilización de los ciudadanos ante el cambio climático. Al mismo tiempo, denuncia la falta de criterio, la falta de voluntad política o, simplemente, la dejadez del Gobierno para no realizar ninguna iniciativa en este sentido.
Hoy mismo, y ya a falta de tres días para que se celebren las elecciones autonómicas catalanas más importantes de la democracia, la señora Quislant sigue sin mostrar la más mínima intención de apoyar a los ciudadanos catalanes que se sienten españoles.
No se atrevió, como otras veces, a llevar ese apoyo al Pleno para que la acusasen de interferir en el normal desarrollo de la campaña electoral como si decir que Pozuelo apoya a los catalanes que se sienten españoles fuese a influir en algo, cuando de lo único que se habría tratado la moción es de expresar una voluntad solidaria con todos esos catalanes, sean del partido que sean.
No se ha atrevido tampoco a escribir un bando sobre el tema, cosa que entra en la potestad propia de la figura institucional del alcalde.
Pero es que ni siquiera ha llamado a un diario cualquiera de esta ciudad para hacer unas declaraciones al respecto como ciudadana libre de dar su opinión.
Estos serían tres ejemplos de abandono político reciente que muestran claramente que la alcaldesa Quislant ha perdido la iniciativa política (si es que la tuvo en algún momento desde su elección), que está desbordada, que su Gobierno anda sin rumbo y que muestra síntomas de agotamiento. Y lo más grave, como decía, que no tiene equipo que la arrope, políticamente.
Ayer mismo, me cuentan, el edificio del Ayuntamiento de Pozuelo parecía un ‘carajal’. Y es que la alcaldesa tiene mucha ‘potestas’ pero carece totalmente de ‘auctoritas’ y eso, en su responsabilidad, deviene en fracaso.
El Capitán Possuelo
Carajal no es la palabra. Lo que había ayer, y parece que seguirá hoy, son comentarios en todos los rincones sobre el McDonalds de Somosaguas. Un culebrón para entretener la hora del cafe y otras. Muchos no entienden nada. Primero se da una licencia. Luego se quita. Todo ello con la ausencia del gerente de urbanismo y con una obra muy avanzada. Parece que en la zona noble de la segunda planta tienen un lio gordo, si señor.
Y entre los trabajadores de la casa nadie entiende nada. Y todo el mundo piensa que si fuera en otra zona de Pozuelo no hubiera pasado nada. Será que los vecinos de esa zona son más que otros. Eso se dice también.
Muchas gracias por su participación. Saludos