Escándalo: El Gobierno de Pozuelo comete la casposa torpeza de retirar de la programación cultural una obra de teatro porque no le gusta su nombre
(21-08-15) De donde no hay no se puede sacar. No se le pueden pedir peras al olmo. A un Gobierno sin talento político no se le puede pedir que lo tenga, de pronto, por ciencia infusa. Y empiezo por la alcaldesa Quislant.
Ayer, en medio del agosto profundo, una noticia saltaba en la prensa escrita que a los pozueleros nos hacía volver a tiempos pretéritos. El prestigioso director y dramaturgo Miguel del Arco denunciaba que el Ayuntamiento de Pozuelo había censurado su obra ‘Juicio a una zorra’, programada para enero en el MIRA Teatro, porque su nombre no era el adecuado para una ciudad como la nuestra. Escandalazo.
De entrada, no me lo creí. No era posible que sucediesen esas cosas en Pozuelo. Eso era del pasado. Esta ciudad empieza a amar la cultura y el teatro es uno de los grandes pilares en que se sostiene su prestigio.
No entendía, en cambio, cómo Miguel del Arco, un personaje serio y acreditado, se jugaba su prestigio denunciando un hecho tan grave. No podía hablar en vano. Y más, cuando suele venir a Pozuelo casi todas las temporadas con sus montajes.
Por otra parte, acojonado, el Gobierno de Pozuelo de Alarcón, en boca de un desconocido portavoz, desmentía la información unas horas después y la concejala de Cultura Mónica García Molina escribía dos tuits: El primero recordándole a Del Arco que ha venido a Pozuelo muchas veces y dándole a entender que no comprendía esta denuncia y, el segundo, diciendo que no había habido censura y que la obra ‘Juicio a una zorra’ se programaría para Primavera.
Y ante cosas tan raras, me puse a investigar. Y la investigación me llevó a detalles de la estupidez y a la escasez de talento del Gobierno Pozuelero. Así que vayamos por partes, que diría Jack el Destripador:
Es cierto que Miguel del Arco viene al MIRA Teatro con frecuencia. Es, posiblemente, el mejor director de teatro de la actualidad en España. Y es cierto que hubo una reunión, como reconoce el propio Gobierno de Pozuelo, hace cuatro meses entre Miguel del Arco y Charo Gutiérrez (Directora del MIRA Teatro). Y también es cierto que, en esa reunión, hablaron de contratar la obra “Juicio a una zorra” y programar su representación un fin de semana de Enero en el Mira Teatro, porque la obra es muy buena y el monólogo de Carmen Machi es fantástico. Ambas cosas, dignas de estar en el gran MIRA Teatro.
Y como entre Charo Gutiérrez y Miguel del Arco hay una gran relación, el tema quedó cerrado a expensas de cuadrar fechas en Enero. Palabra de honor. O de amigos. O de profesionales. Confianza en estado puro. Cosas del teatro.
Pero, hace unos días, la comisión de contratación de Cultura se reunió para ver cuánto dinero quedaba en el presupuesto y cuál sería la programación cultural de Otoño-Invierno. Y ahí apareció la obra “Juicio a una zorra”. Y alguien con poder e influencia dijo, por supuesto sin ver la obra, que lo de ‘zorra’ no sonaba bien. Que la palabra ‘zorra’ iba a sonar mal en Pozuelo y que sería mejor no contratarla. Alucinante. Y no se contrató.
Estaba apalabrada para representarla en Enero. Miguel del Arco confiaba en Charo Gutiérrez. Le había dado, como siempre, su palabra. Es la directora del MIRA Teatro. Es una gran profesional. Y la obra es un monólogo que recrea la figura de Helena de Troya y del tratamiento que le ha dado la historia. No tiene nada de malo. Pero ese censor que lleva dentro algún político de Pozuelo consideraba pecaminoso el título. Y la obra se quedaba fuera.
Cuando se entera Miguel del Arco que su obra no está programada para Enero, aunque aún no se haya hecho pública esa programación, se enfada, pregunta las razones de la no contratación y lo cuenta en su Facebook. Y dice que “La persona o personas en cuestión han decidido que sería perjudicial para la sensibilidad de los vecinos de Pozuelo escuchar la palabra “zorra” o verla escrita en carteles en sus calles”. Y salta el escándalo.
Entonces, el portavoz desconocido del Gobierno de Pozuelo asegura que “Esa obra nunca ha estado en nuestra programación. No puede haber censura si no hay un contrato. Ni la hemos retirado ni la hemos censurado”. Pero dice media verdad. Es cierto que no estaba contratada pero si estaba apalabrada. Y en el teatro, como en la vida, las palabras se respetan.
Pero ¿qué va a saber la concejala de Cultura de estas formas de contratación verbal si lo más redondo que ha visto ha sido una tableta de chocolate?
Nada. No sabe nada. Mónica está en el cargo porque le tocó en una tómbola y no se le puede pedir más. Ahora, asustada y después de leer en Wikipedia el contenido de la obra, García Molina dice que “Juicio a una zorra” se va a programar para la primavera. Qué remedio. Miguel del Arco ha dicho la verdad y ella, en lugar de dimitir, intenta salvar su trasero. Siempre lo ha hecho a lo largo de los 12 años que lleva de concejala.
Pero el daño a Pozuelo de Alarcón está hecho. No hay más que leer en internet como atacan a esta ciudad.
Espero que la oposición pozuelera salga de la piscina y se interese por el tema, porque el daño que esta estúpida decisión le ha hecho a Pozuelo es considerable.
El desconocido portavoz dice, en el colmo de los colmos por justificar lo injustificable, que la obra no era la adecuada en una programación otoñal dirigida a los niños. Y yo me muero de vergüenza. Esta gente sigue anclada en la oprobiosa.
¿Dónde está la alcaldesa Quislant, por cierto? Ella es la culpable final y la que tenía que salir a dar explicaciones y anunciar que ha cesado a la persona responsable de esta vulgar y casposa censura. Pero no hará nada. Entre otras cosas porque creo que no es consciente del daño causado. No es política.
Averiguaré, en cualquier caso, el nombre del censor para su escarnio.
Me cuentan, y termino, que en la presidencia del Gobierno de la Comunidad de Madrid están enfurecidos y escandalizados. El daño al PP de esta torpeza también es considerable.
El Capitán Possuelo