Beatriz Pérez Abraham está entre las pilas del conejito y el mal salmorejo cordobés: su vida política es repetir y repetir entre viajes, cotilleo y conspiración
(14-07-15) Ya lo dije. Beatriz Pérez Abraham repite, repite, como un mal salmorejo cordobés. Y con ello me doy cuenta que he vuelto a la realidad tras unos días de asueto.
Y vuelvo con Beatriz porque me la dejé atrás cuando hable de los concejales mandones y andaba yo pesarosa.
Y mira que me cuesta. Pero debo hablar de ella. Hay gente que no puedo, que se me atraganta. Personas que tienen el don de recordarme que “soy una miserable costurera” y ese sentimiento no me gusta nada. Lo soy. Y a mucha honra. Pero no soy miserable.
No me gusta que me miren por encima del hombro, que sonrían con poca o nula sinceridad. No me gustan esas mujeres que todo se lo deben a su “manta protectora” porque ellas no han conseguido nada. No me gustan aquellos que sobreviven a todo, a pesar de todo…
Y como debo volver a ella, lo primero que me viene a la memoria son todas las veces que esta señora ha participado en “supuestas conspiraciones” para acabar con todos los que le molestaban o aquellos que no le daban lo que ella reclamaba (o su marido). Desde Alcaldes (todos, sin excepción) hasta actuales y pasados concejales. Me dicen que hasta pobres conserjes y trabajadores han sufrido sus “silenciosos” ataques.
Una amiga de mi prima Paqui nos contó que hace años la vieron en un Centro Comercial de Pozuelo del que ella es muy asidua en la Avenida de Europa. Ese día estaba acompañada de otra persona tomando un café. La amiga de mi prima estaba en la mesa de al lado. Y como Bea no se cortaba un pelo, oyó con claridad como no dejaba a títere con cabeza. Todos eran malos, malísimos. Todos, menos ella.
Esta amiga de mi prima se preguntó si la buena señora tendría el mismo valor para decírselo a todas esas personas a la cara. Porque lo más grave, recordaba, era que todos eran “supuestamente” compañeros suyos.
Me pareció injusto, por mucho que se me repita la buena señora, admitir públicamente que es una “criticona” y decidí investigar.
Y, a poco que me moví en su entorno, me encontré con todo tipo de testigos. Algunos, incluso, que le habían hecho frente.
Otros me decía que lo suyo es envidia. Y ya se sabe que la envidia es un mal inherente al ser humano. Lo que pasa es que, en ella, la cosa se multiplica por 1.000.
“¡Qué vestido lleva esa!” “Y ¿esos zapatos?” “¿El bolso es de marca?” “¡Qué pelo tan bien cuidado, le habrá costado un dineral y yo con estos míos! ¡Sabe que fulanita está liada con menganito, menuda fresca!”
Podrían ser frases suyas sin problemas. Pero también frases más comprometidas políticamente con sus compañeros y sus superiores. Estas, incluso, podrían estar grabadas.
En la vida, querida Pérez A., hay que tener mucho cuidado con lo que se dice y con lo que se hace, porque todo tiene un efecto boomerang.
Y para muestra un botón. Como, desde que colaboro en el diario, no hacen más que mandarme cosas, hace unos días recibí un enlace que te vincula claramente con Gürtel y un viaje. Yo no lo sabía. Pero no hay más que entrar en Google para averiguarlo.
Yo entré y leí. A ti no te acusan de nada, solo de disfrutarlo y decir lo contrario sería mentir. Pero lo que es cierto es que, por ahora, lo único acreditado que hay de esa mancha negra en el episodio Gürtel en nuestro municipio relacionado a algún cargo público es tu viaje a Eurodisney.
Quiero pensar que no has hecho nada malo, ni has aceptado cosas raras a cambio de nada. Estoy segura. Pero la realidad es la que fue y así parece que está en ese abultado sumario. Y tú ya eras concejal en 2004. Espero que todo se aclare.
A aquella lectora que me mandó un whatssap en el que me animaba a contar esta historia, le dije en privado y ahora en público, que si tiene alguna prueba contra ti que la denuncie donde corresponde, que es su obligación, yo no lo haré porque no las tengo. Sólo pongo el vínculo de la página porque es muy popular. Y déjame que diga, cuanto menos, que el asunto me parece “sorprendente”.
Pero volvemos a la actualidad… A la de hace unas semanas. Pérez Abraham no ha cambiado. Movió hilos y perdió. Como premio, cuatro años más en el equipo de gobierno destacado de Susana, la accidental alcaldesa. Tú misma, Quislant.
Te seguiré de cerca, amiga Beatriz, y espero que no te enfades. Es lo que tiene cobrar un sueldo público tantos años gracias a tu marido. O gracias al jefe de tu marido. Si, ese que se debería haber ido en la renovación de Mariano Rajoy en el Partido Popular. O gracias a alguna Ministra, con una secretaria con apellido muy familiar para ti. O vaya usted a saber…
De cualquier forma, los españoles seguiremos manteniendo a la familia Matarí-Pérez. Pero también seguiremos hablando….
Sira Q.
A qué espera Beatriz Pérez a explicar y enseñar los pagos de ese viaje, con un recibo, una transferencia, un pago con la tarjeta de crédito ya despejaría cualquier duda o sospecha. ¿Beatriz Pérez a qué esperas? ¿cuánto tiempo más vas a esperar?
Muchas gracias por su participación. Saludos
A qué espera Beatriz Pérez a explicar y enseñar los pagos de ese viaje, con un recibo, una transferencia, un pago con la tarjeta de crédito ya despejaría cualquier duda o sospecha. ¿Beatriz Pérez a qué esperas? ¿cuánto tiempo más vas a esperar?
Muchas gracias por su participación. Saludos
A qué espera Beatriz Pérez a explicar y enseñar los pagos de ese viaje, con un recibo, una transferencia, un pago con la tarjeta de crédito ya despejaría cualquier duda o sospecha. ¿Beatriz Pérez a qué esperas? ¿cuánto tiempo más vas a esperar?
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